Retrocedamos 84 años, es el 6 de octubre de 1927 y vamos a asistir al estreno de una nueva película llamada "El cantor de Jazz". Estamos en el Warner Theatre de Nueva York, vemos a los espectadores terminar de acomodarse en sus sitios, se escucha el fondo musical y la película empieza.
En la pantalla aparece la imagen de Al Jonson, el protagonista del film. De pronto, algo insólito se produce, la muda imagen de la pantalla, habla...¡Un momento! - exclamó Al Jonson - ¡Aún no han oído nada!
Los espectadores asombrados miraban a su alrededor para ver en que parte de la sala estaba el actor, sin comprender que estaban siendo testigos del... ¡nacimiento del cine hablado!
Antecedentes:
Desde que el cine se creó siempre estuvo acompañado por el sonido. Por ejemplo, los hermanos Lumiére, contrataban un cuarteto de saxofones para sus sesiones de cinematógrafo en su local de París. Sin embargo, en esa época (1897) el sonido era solo un acompañamiento.
En 1926, se estrenó la película Don Juan, protagonizada por John Barrymore y dirigida por Alan Crosland. Este film es el primero con una banda sonora completa y efectos de sonido sincronizados (ruido del entrechocar de espadas, campanadas, etc.). Sin embargo, en esencia, se concibió como una película muda ya que no posee ningún diálogo sonoro y sigue usando los intertítulos característicos del cine mudo.
El Cantor de Jazz:
En 1927 se estrena el Cantor de Jazz, protagonizada por Al Jonson y dirigida por Alan Crosland. La película trata de una familia de inmigrantes judíos ortodoxos en la que el padre, el rabino Rabinowitz, desea que su único hijo Jakie siga sus pasos como rabino, mientras que él hijo lo que en realidad desea es convertirse en cantante de jazz. Es una historia sobre esa dicotomía entre lo que uno quiere y lo que la familia quiere para uno, y en realidad tuvo mucho que ver con la vida personal de Al Jonson."El cantor de jazz" es considerada como la primera película hablada del cine. A pesar de todo, aún mantiene partes mudas en su metraje. Pero eso sí, las pocas escenas sonoras (números musicales y algunos diálogos) son muy emotivas, aunque sólo sea por lo que significan históricamente.
En la escena más famosa aparece Al Johnson (pintado de negro como cantante de jazz) diciendole al público aquello de "Aún no han oído nada". Esta sencilla frase es todo un juego de palabras que hace alusión al reciente descubrimiento del sonido en cine.
Consecuencias de El Cantor de Jazz:
Tras el éxito de El cantor de jazz el cine mudo estaba sentenciado, y moriría en un tiempo récord, pues apenas un año después practicamente ya no se hacían películas mudas. Entre los actores se produjo el pánico, ya que temieron que sus voces no fueran adecuadas a los cambios, y todos fueron obligados a pasar "pruebas de voz". De esta manera, famosos actores del cine mudo como John Gilbert y Buster Keaton quedaron en el camino.
La llegada del cine sonoro tambien supuso un duro golpe para algunos directores, como los rusos Eisenstein y Pudovkin que publicaron un manifiesto en 1928 manifestando su negativa al cine sonoro. Tambien, Charles Chaplin se negó a aceptar el cine sonoro, negándole validez artística. De esta manera, en Luces de la ciudad (1931) y Tiempos modernos (1936) no hay diálogos sonoros, aunque si tienen música y efectos ingeniosamente sincronizados. Sobre esta transición Chaplin comentó: "¿Hasta cuando me seguiré presentando como Charlot?...No lo sé. El cine sonoro avanza y si yo tuviera que representar un personaje hablado, debería modificar las características de Charlot". Recien en El Gran Dictador (1941) Chaplin se anima a hacer su debut en el cine hablado.
Otra consecuencia fue el resurgimiento de la Warner Bros. En 1927 esta productora estaba casi en la ruina e hizo esta pelicula en un desesperado intento por salir a flote, y gracias al éxito del filme logró hacerlo e imponerle el sonido al resto de las productoras.
Finalmente, con la llegada del cine hablado la cámara debía colocarse pensando en los micrófonos, con lo cual perdió movilidad quedando relegada a la posición fija del cine primitivo y la imagen cedió su importancia al diálogo. El silencio cobró importancia como nuevo elemento dramático desconocido por el cine mudo y desaparecieron algunos géneros que se rodaban en exteriores, ya que la técnica de la época no permitía hacerlo con sonido.