Tras las 24 horas ya puede ser recién nacido. Puede llegar a perder algo de peso, es habitual, además suele recuperarlo al pasar la primera semana.
Las niñas suelen pesar de 3 a algo más de kilos y medir 48 centímetros, los niños pueden llegar a los 50 centímetros y pesar de 3,250 kilos a 3 kilos y medio por norma general. La cabeza es grande, sobre todo en proporción con su cuerpo, y pesa mucho.
En el primer mes del bebé, éste empieza a entrar en contacto con el mundo, se adapta al mundo de forma casi intuitiva. Reacciona cuando escucha ruidos fuertes o se le acaricia, mueve los ojos hacia la luz, reacciona instintivamente, es capaz de fijar la mirada, disfrutar de los sonidos y las luces.
Su forma de comunicarse con los demás es el llanto, que puede decir que tiene hambre, frío, calor, se siente solo o necesita algo. Todos los sentidos del bebé están preparados para recibir estímulos a la vez que procesar las informaciones más básicas, será más tarde cuando se vayan desarrollando poco a poco. Si llora se puede coger en brazos.
Al principio no reconoce su cuerpo ya que no ve con nitidez, por lo que reconoce a los padres por el olfato.
Se alimenta de leche, preferiblemente de leche materna ya que es más beneficiosa. Aprenderá a beber casi instintivamente, aunque se puede ayudar poniendo el bebé en el pecho lo antes posible.
No va a dar mucha guerra, ya que en esta etapa se pasará durmiendo casi todo el día despertando prácticamente solo para comer.
Es bueno darle un recorrido por la casa, para que se familiarice por ella, por sus sonidos y olores. No se debe dejar al bebé solo por la casa ya que requiere muchos cuidados, atenciones y seguridad.
Es necesario que el bebé encuentre protección y seguridad por parte de los padres y quien le rodee. Puede necesitar mimos.
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