Si la vida que llevas no te gusta, busca todos los medios posibles a tu alcance para poder cambiarla, y si no lo haces así, no tienes derecho a quejarte. El cambio no es fácil, aunque muchas veces, no es lo más complicado de conseguir, y sí lo es, la decisión de dar el primer paso.
Así y todo, aunque hagas lo indecible, puede que toda tu existencia se convierta en una insatisfacción vital permanente, pero siempre te quedará el consuelo de haberlo intentado.
Fran Laviada