Revista Motor
A día de hoy, es impensable que un vehículo no equipe por lo menos aire acondicionado, excepto en países con mucho frío porque su utilización en esas zonas, lógicamente, sería absurda.
Cuando los vehículos empezaban a ir con cubierta cerrada, la sensación térmica dentro del habitáculo empezó a cambiar. En invierno, la temperatura interior comparada con la exterior del vehículo se podía soportar