Como creo que quedó en claro en mi anterior posteo, aquel primer partido de la Selección Chilena jugado en Buenos Aires en 1910 no puede ser contabilizado en el recuento de los del seleccionado argentino a lo largo de la historia, ni mucho menos como un encuentro "oficial". Algunos historiadores muy prestigiosos, sin embargo, no sólo lo incluyen en el detalle de confrontaciones de Argentina sino que lo confunden con el que días después Chile ya sí jugaría con el verdadero representativo albiceleste de la época, citándolo como correspondiente al Sudamericano que, en el marco de los festejos por el Centenario de la Revolución de Mayo, jugaron por aquellos tiempos en tierra porteña los equipos denominados "Chilenos", "Uruguayos" y "Argentinos".
Esto tiene que ver sin dudas con la poca importancia que históricamente se le ha dado a esa competición que, si bien no fue "oficial" dado que aún no existía la CONMEBOL ni sería reconocida como tal por ese organismo, resulta ni más ni menos que la primera jugada en la historia por tres representativos futbolísticos nacionales distintos de Sudamérica, y por ende el primer antecedente de la actual Copa América. Un motivo más que suficiente para recordar aquí como corresponde ese torneo injustamente olvidado desde hace muchos años, pero que en su momento tuviera gran repercusión en una Buenos Aires en la que el fútbol comenzaba a convertirse en fenómeno masivo.
Aquel certamen significó precisamente un gran espaldarazo para la difusión que aquel deporte traído por unos "ingleses locos" estaba logrando en esta orilla del Río de La Plata. De hecho, la final que jugaron "Argentinos" y "Uruguayos" en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires ubicada en Palermo representó la primera vez en que más de 8000 personas concurrieron a ver aquí un encuentro de fútbol de selecciones, si bien ese número de asistentes ya había sido alcanzado en 1904 al visitar el país por primera vez un equipo profesional inglés: el Southampton.
Tan profunda huella dejaría aquel triangular de 1910 en el fútbol argentino que muchos años después, allá por fines de la década del '20, la revista El Gráfico -creada en 1919- lo recordaría con un texto breve, pero muy revelador de su importancia. Una notita valiosa también por cuanto despeja cualquier duda respecto de qué partido de estos primeros que jugó el seleccionado chileno en su historia correspondió realmente a este minicampeonato y cuál fue simplemente un "amistoso", denominando de esta manera a aquel encuentro jugado por el representativo de Chile el 27 de mayo de 1910 ante un combinado que no tenía a los jugadores del Alumni y a otros que ya sí estarían en el equipo de "Argentinos" del Sudamericano. A continuación, la página de El Gráfico con la nota: