Revista Cultura y Ocio
"Lindsey se hallaba en la cocina de su nueva casa, preparando una de las recetas que había visto en el programa de televisión que producía un cocinero español afincado en Florida. No habían pasado tres meses desde que se habían trasladado, poco después de que su marido, George Monrose, aceptara un puesto como profesor en la Universidad."
La verdad es que de vez en cuando me gusta perderme literalmente en otros mundos y vivir aventuras. Historias que evaden totalmente y cuyos mundos pueden ser de este u otro planeta, de esta u otra realidad. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Primer umbral.
Conocemos a George Monrose poco tiempo antes de ser convocado a una reunión con la Agencia de Seguridad Nacional. En esa reunión recibirá unos datos desoladores que dicen que el cambio climático es un hecho, que estamos en una cuenta atrás para que el clima terrestre vire como no lo había hecho desde que el hombre pisa la superficie de la Tierra. Algo hay que hacer, y mientras los países discuten sobre las posibles soluciones, el plan de Estados Unidos pasa por establecer una colonia de seres humanos en otro planeta: Marte. Y eso significa que necesitan prepararlo todo en el menor tiempo posible: necesitan la ayuda de un reducido grupo de expertos en varios temas y justo ahí es donde encaja George... si acepta.
El fin del mundo es un rema recurrente en la literatura desde hace muchos años. El cambio climático y sus consecuencias, poco a poco también. Sin embargo en este caso, Pinilla no ha querido despegarse demasiado de la realidad, el libro arranca en 2014, y nos presenta una situación que seguro hemos leído alguna vez en las noticias: deshielo, subidas de temperaturas y, algo que desconocía, la posibilidad de que suceda justo lo contrario, que todo sea previo a una "época fría" provocada por una secuencia lógica de consecuencias a la liberación de metano y otros factores contaminantes habituales en la sociedad en que vivimos. Hay que decir además que el autor, pese a ser Doctor en Ciencias Biológicas, no aburre al lector sobrecargándole de datos, sino que salpica la primera parte manteniendo un buen ritmo narrativo. Lanzado el detonante de la novela, empieza una segunda parte que nos queda clara desde las primeras páginas: la colonización de otro planeta. Tras asistir a la preparación, acompañaremos al hombre cuando pisa Marte, y asistiremos a esos primeros momentos de tensión, emoción y algún que otro peligro. Y aquí nuevamente, Pinilla sabe quedarse en la superficie cuando hace falta, convertir la novela en una novela casi de misterio y aventuras para así mantener la agilidad narrativa. De hecho, lo que comienza siendo una aventura, pronto empieza a ser sobrevolado por un enigma que se torna misterio y que mantiene al lector pegado a las páginas del libro con la esperanza de encontrar un desenlace adecuado.
Ante determinado tipo de misterios o situaciones, es habitual que muchos autores opten por no profundizar escudándose en dejar al lector pensativo y que decida por sí mismo. En cambio en El primer umbral, cada situación se encara de forma directa para terminar arrojando luz sobre todo aquello que nos habíamos ido preguntando durante la lectura. Y lo hace de una forma quizás algo tímida, pero más que satisfactoria. Personalmente, reconozco que llegué con miedo a esa parte final en la que "la hora de la verdad" se precipitaba en la narración, y me llevé una más que grata sorpresa. Aunque, como siempre digo, los finales muchas veces son cosa de gustos, sobre todo en determinados temas.
El primer umbral es una novela con una gran dosis de conciencia social y ecológica que no busca adoctrinar al lector. Nos encontramos con una historia de ciencia ficción y misterio que mantiene al lector pegado a sus páginas, sobre todo en la segunda mitad. Su tono y el tema hacen que sea recomendable tanto para aficionado a la ciencia ficción como para aquellos que no se acercan al género por temor a encontrarse navecitas con ratos láser. Y todo esto, nos lo deja Jorge Pinilla en su primera novela, no quiero ni pensar lo que puede venir después.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias