Ya está aquí, ya llegó, el primer día del año 2012. Nosotros, como es nuestra costumbre, no solemos levantarnos tarde, porque no trasnochamos. Anoche a las 12,30 estábamos de regreso en casita. Fue comer las uvas, brindar y ale, ¡¡pa casita!!. El nene no es de acostarse tarde. El pobre nada más cenar preguntaba cuándo era la hora de las uvas porque bostezaba sin parar, y eso que se echó una buena siesta. Le costó un poquito aguantar a pesar de los juegos, la prima y el buen ambiente.
Mi sobrina es un terremoto, un no parar. Intentamos que se durmiera más o menos a su hora, pero ella lo único que quería era participar de la fiesta y mi pobre hermana desistió de su propósito. Fue una campeona y se tomó las uvas en la mesa con todos nosotros, porque sí, tomó uvas.
Mi hijo recibió el año con muchísima ilusión. Es la primera vez que es consciente del cambio de año. El año pasado no lo entendía bien pero estos últimos días iba contando a todo el mundo que el año 2011 se acababa el 31 de diciembre y empezaría un nuevo año, el 2012. El abuelo, muy hábil, le escogió doce uvitas minúsculas y mi niño al son de cada campanada fue comiéndoselas. ¡¡Todas!!, se las comió todas, muy orgulloso.
Y por supuesto todos brindamos, mi niño ya con copa de cristal y todo, rellena de agua claro. Y mi sobrina con su bibe de agua.
El Peque una vez concluído el ritual de uvas+brindis dijo Feliz Año y dejó claro que quería irse a dormir. Mi sobrina pretendía seguir con la marcha, así que supongo que tras la sobre excitación vendría el llanto. Quiere más de lo que puede :)
Nos acostamos enseguida, a pesar de la fiestuqui que nuestros vecinos de abajo tenían. Una noche en la que no se puede protestar,...., o al menos eso dicen. Pero como dice Papá sin complejos, está bien oir las reuniones familiares, un poco de música, pero organizar una fiesta-discoteca en un piso, molestando a un bloque entero, no es de recibo. Yo estoy de acuerdo pero comprendo que los "raros" somos nosotros que nos acostamos pronto una noche como Nochevieja. Claro que ahora son ellos los que tienen que aguantar el taconeo de mi hijo por la casa.
Y ahora, a pesar de que no es de mi gusto, nos iremos a comer de nuevo con mis padres, mi hermana, cuñado y sobrina. El día 1 me gusta quedarme en mi casa, esa es la verdad. Pero como mi hermana se ha quedado a dormir en casa de mis padres digamos que estaría algo feo no ir, estando a dos calles. Además mi hijo ha dejado clara su preferencia "mamá, yo quiero ir a comer a casa de los abuelos". Y ya sabemos quien manda, ¿no?.
Os deseo un feliz año a todos, disfrutad de este primer día especial y festivo. Ya iré leyendo por ahí cómo os ha ido a todos.