Revista Cultura y Ocio

El príncipe cuervo de Elizabeth Hoyt

Publicado el 16 marzo 2018 por Marili @otroromancemass

El príncipe cuervo de Elizabeth Hoyt  


Sinopsis:Edward de Raaf, conde de Swartingham, necesita con urgencia un secretario que ponga orden en sus caóticas finanzas. El problema es que, con su carácter, espanta a todos los candidatos. Para Anna Wren el puesto es la solución a sus problemas, después de enviudar de un marido infiel y quedarse en la ruina. La atracción entre ambos personajes queda patente desde el primer momento, aunque Edward no parece muy dispuesto a dejarse llevar por ella. Cuando Anna descubre que el conde es habitual de un conocido burdel de Londres, decide poner en marcha una pequeña mascarada. Porque en el juego de la seducción, no existen reglas...

Opinión personal

Esta fue mi primera relectura del 2018, como no cambie el panorama creo que este año tiraré mucho de esas novelas ya leídas pero que recuerde que me hayan gustado mucho. Porque no me tienenlas editoriales muy contenta.

Cuando lo leí por primera vez me pareció una historia genial, una joyita. Lo terminé tan emocionada que creo que no le encontré ningún pero. Ahora soy más tiquismiquis y, seguramente, también más exigente. Y sí… creo que no es una novela redonda. Pero le he vuelvo a dar las 5 estrellas;¿por qué? Pues porque me ha durado un suspiro y me lo he pasado genial leyéndola y ahora, ya dado este punto en el que estoy en plena crisis de«qué poco me gusta todo», pues eso se ha de puntuar.Siempre remarco la importancia del momento en el que se lee una historia y esta, si bien ahora ya no es un tema muy original, contiene entre sus páginas escenas que en su momento me rompieron moldes y me abrieron un mundo de posibilidades que, no nos vamos a engañar, me encantaron.

Es una novela con escenas eróticas explícitas, ahora de lo más común, pero hace unos años no era tan habitual. De todas formas el entorno en el que desarrollan creo que una de las diferencias que marcan su originalidad: un burdel!!! De nivel alto pero un prostíbulo, así de claro.
Vamos a encontrar un argumento bastante tópico con unos protagonistas también bastante normales, pero con ciertos detalles que a grandes rasgos le dan una originalidad para la época en la que la publicaron o, al menos, yo la leí que hace que la haya guardado en tan buen recuerdo.
Resumiendo estamos ante un conde, malhumorado y solitario con un pasado, en realidad dos hechos lo marcaron brutalmente, que no ha podido superar. No es una novela que se ambiente en la regencia sino a finales del siglo XVIII y es de relevante importancia el tema de los estudios de agricultura de la época. No podemos decir que sea un libertino, nada de eso. Y ahí radica su originalidad, vive en el campo, alejado del ajetreo de Londres y centrado en su pasión por sus tierras, preocupándose personalmente por sus arrendatarios y sus propiedades. Algo que no es nada habitual. Aún así, lo que más voy a destacar es su físico. No es guapo, guarda de su infancia unas marcadas cicatrices de viruela, aunque no son estas las que más le duelen, y eso hace que más de en una ocasión se haya encontrado con una moza que le demuestre cierta repulsión. Su mal humor tampoco acompaña. Reconozco que me encantan estos personajes con tal mal carácter, sobre todo, cuando una viuda con más tozudez que él, es capaz de plantarle cara, discutirle y dejarle con la palabra en los labios.
El príncipe cuervo de Elizabeth HoytAnna es viuda, y con las propias palabras del conde, es fea. Tan solo se salva una boca perfecta para pensamientos lujuriosos. Por lo tanto, estamos ante una mujer que ya no es joven y no de belleza remarcable. A veces tanta perfección cansa, así que me resulta un soplo de frescura este tipo de protagonistas. Eso sí, carácter no le falta, con sutileza y suavidad pero es incapaz de callar lo que sabe que no debe decir y, al mismo tiempo que se siente fascinada por el físico de Edward,sus estudios también le apasionan.
La autora juega con la gran química que en seguida brota entre los dos protagonistas. Algo impensable dado su diferencia social y, si vamosmás allá, la necesidad imperiosa del conde de perpetuar su apellido. Aún así, entre discusión y discusión, algo fuerte surge entre los dos y puedo decir que es de esas novelas en las que el romance se cuece poco a poco, Otros temas salen a la luz. La soledad, sobre todo, está presente en todo momento; también la marcada desdicha de no haber cumplido con su obligación de dar descendencia a su marido, las hipocresías de los matrimonios. Sin ser centro de la trama pero sin perder tampoco peso, estos temas aportan momentos de ternura y dolor a dos personajes cuyo marcado carácter me han proporcionado más de una disputa que tan divertida me parece. La marcada diferencia entre la el estilo de vida del campo y el de la capital, creo que está bien reflejada y, la aprovecha la autora para crear un paralelismo con el comportamiento de los propios protagonistas.
En general, creo que es una novela que contiene mucho humor. No tan solo ciertas escenas son divertidas, sino también, por ejemplo, las conversaciones entre el conde y su ayuda de cámara, Davis, su parsimonia desfachatez con tan marcadas verdades no tiene precio; o con Hopple y sus estrafalarias vestimentas y ese perpetuo miedo a su empleador.
Seguro que encontráis muy dispares opiniones de esta historia, tiene partes muy buenas y otras que pueden ser repetitivas, así que, supongo que el peso del gusto personal de cada uno tiene mucho que ver aquí.Un final demasiado precipitado y una resolución del tema que funciona como excusa para la conclusión del romance demasiado facilota. También me hubiera gustado un mayor peso de la figura de la señora Clearwater; o saber más del pasado de ambos que tanto los han marcado a los dos. Pero, aún así, cuenta con muchas de las cosas que me gusta encontrar en una lectura, pero sobre todo, me ha divertido. Son muchas las novelas que encontramos de empleador-empleada y siembre digo que es un buen argumento aunque contenga muchos de los tópicos de la novela histórica ambientada en Gran Bretaña.A veces es difícil saber qué es lo que te hace disfrutar tanto, pero esta es de las novelas que me hacen divertirme realmente con una lectura.

Como detalle, no puedo dejar de remarcar esa primera escena, homenaje total a la novela de Charlotte Brontë, Jane Eyre. No es complicado ver cuánta influencia hay de esa genial novela aquí.

Es la primera novela de la serie príncipes que cuenta con tres novelas más y otra novela corta. En general es una autora que me gusta bastante y me encantaría que alguna editorial volviera a apostar por ella. Elizabeth Hoyt, otra de las muchas que se han quedado en el camino y tiene muy buenas novelas.
Comentar también que con respecto a la traducción he encontrado frases traducidas de forma muy literal con un sentido que se lo pillas porque se lo pillas, pero no porque aquí hablemos así, como también alguna palabra demasiado técnica. 
Ficha dela novela: - Ficha de la autora: - Web de la autora:

Pepa 

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