Editorial: Planeta
ISBN: 9788408067610
Páginas: 200
Precio: 17 €
Sinopsis
Max Carver, un muchacho de trece años, es el protagonista absoluto de la novela. Junto a sus padres y sus hermanas, se traslada a una casa de la costa de Inglaterra que lleva años abandonada (los antiguos propietarios se marcharon cuando su hijo murió ahogado). Pronto se hace amigo de un chico llamado Roland, que tiene unos años más que él y se encarga de descubrirle los secretos del lugar. Enseguida se da cuenta de que allí hay cosas extrañas: la muerte del muchacho de los antiguos dueños de la vivienda, un barco que naufragó hundido cerca de la playa, unas figuras misteriosas… Parece que exista alguna relación entre todo ello, y Max teme que pueda afectarlo a él y los suyos. Al mismo tiempo, surge algo muy bonito entre Roland y Alicia, la hermana mayor del protagonista.
Impresiones
En primer lugar, hablar de un libro de Carlos Ruiz Zafón significa hablar de su maestría para crear una atmósfera envolvente, sombría y misteriosa. Es algo muy suyo, no encontraréis otro autor que consiga recrear sus obras con este estilo tan personal y único. Desde las primeras páginas absorbe al lector en la trama y le anima a seguir leyendo, a sumergirse en las intrigas de la niebla y el mar. Cabe destacar que tanto este como los otros libros que conforman la llamada Trilogía de la niebla están ambientados lejos de Barcelona, a diferencia de sus libros más aclamados (naturalmente, hablo de La sombra del viento y El Juego del Ángel). En mi caso, eso no supuso un problema: me gustó la recreación de este peculiar pueblo inglés.
Otro de los rasgos más característicos de Zafón es esa mezcla de magia y realidad cuando menos te lo esperas. A ratos te emociona con las tramas humanas de la familia y la relación de Alicia y Roland, a ratos te desconcierta con esos «trucos» que no sabes de dónde vienen. Probablemente el efecto resulta más especial en La sombra del viento, sin duda su obra más trabajada; no obstante, en El príncipe de la niebla también me sorprendió para bien. Se puede catalogar como novela fantástica, pero no se trata de una fantasía típica, el autor tiene ideas propias y una extraordinaria imaginación para dotar el relato de unas características propias.
Ya que he mencionado la bonita historia de amor entre Alicia y Roland, me gustaría comentar que es lo que más me marcó y, de hecho, ese precioso final directamente relacionado con ellos logró emocionarme cuando lo leí por primera vez. Aunque el protagonista indiscutible sea Max (un personaje que cae bien), los otros dos transmiten algo muy especial desde su papel de secundarios, me inspiraron sentimientos, que desde mi punto de vista es lo mejor que te puede aportar una novela de ficción.
Con la perspectiva que tengo al opinar después de haber leído los otros dos libros de la Trilogía de la niebla, El palacio de la medianoche y Las luces de septiembre, puedo decir que el elemento distintivo de El príncipe de la niebla frente a ellos es el agua, el mar. Que la historia esté situada en la costa no es casualidad, así que no dudéis en ningún momento de que allí se darán acontecimientos muy importantes. Personalmente, me gustó que el autor le diera un papel importante porque me considero más de mar que de montaña (qué tontería acabo de decir, pero yo me entiendo). Por el contrario, en El palacio de la medianoche destacaba el fuego, y en Las luces de septiembre, los juguetes, la maquinaria.
La prosa de Zafón, en especial en sus novelas juveniles, es muy sencilla y adictiva. Con sus libros el entretenimiento está asegurado, tanto para pequeños como para mayores. Aprovecho para decir que, pese a estar catalogado como juvenil, me parece apto para adultos. No esperéis la profundidad de La sombra del viento o El Juego del Ángel, pero si os gusta esta fantasía tan suya, creo que sus libros para jóvenes os gustarán. Yo leí el que os comento hoy cuando era muy jovencita, pero los otros dos los cogí cuando ya superaba la edad recomendada y me gustaron igual (aunque El príncipe de la niebla es mi favorito por ser el primero, la sorpresa).
He de decir que esta novela ganó el Premio Edebé en el año 1993. Normalmente no me fío demasiado de los premios literarios de las editoriales porque suele haber muchos intereses de por medio; aun así, este sin duda fue muy merecido. Además de ser tan personal y único como he comentado, su historia es atractiva para el lector, está bien desarrollada y no aprecié ninguna incoherencia pese a las rarezas que relata en determinados momentos. Asimismo, tiene algo que valoro muchísimo: capacidad para crear nuevos lectores. Estoy convencida de que el libro puede gustar a adolescentes y adultos sin hábito lector, y su brevedad anima a lanzarse a por él.
Carlos Ruiz Zafón
Además de la edición de Planeta de tapa dura que veis en la imagen (se editó tras el éxito de La sombra del viento, antes únicamente se encontraba en la sencilla encuadernación de tapa blanda de las colecciones de Edebé), podéis encontrar El príncipe de la niebla dentro del volumen Trilogía de la niebla, en el que también se incluyen El palacio de la medianoche y Las luces de septiembre. Quiero aclarar que, aunque sean similares por la ambientación lúgubre y magnética del autor, no forman ninguna trilogía como tal, se pueden leer de manera independiente. Personalmente, os recomiendo que no los leáis muy seguidos para no saturaros del mismo estilo, aunque sé que una vez te enganchas a Zafón es difícil contenerte y parar (así estoy yo, que después de La sombra del viento me zampé todas sus novelas en apenas un año y ahora estoy a pan y agua de la magia zafoniana).
Enlace de interés:
Web de Carlos Ruiz Zafón
Mi valoración: 9/10