Título Original: The Prince and the Pauper
Año de publicación original: 1881
Autores: Mark Twain
Editorial: Biblioteca clásicos juveniles
Traducción: Juan Manuel Ibeas y Fabián Chueca
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2016
ISBN: 8480022218102
Formato: Tapa dura
Ilustraciones: Frank Thayer Merril, John J. Harley y L. S. Ipsen
Sinopsis:
Tom Canty es un niño pobre, cuya vida dará un giro completo al acercarse a palacio y cruzarse con el príncipe Eduardo. Gracias a su asombroso parecido físico, ambos podrán intercambiar sus identidades, lo que permitirá al príncipe conocer la vida real y a Tom el lujo y la suntuosidad de un mundo radicalmente opuesto al suyo. La historia se desarrolla en Londres, en el siglo XVI, durante el reinado de Enrique VIII. Hasta que consigan regresar a su identidad primera, los dos muchachos pasarán por innumerables peripecias.
Opinión:
Impresión: Entretenido
Tenía la impresión de que iba a encontrarme con otro Oliver Twist, la verdad, así que el libro me ha sorprendido. Ya sabéis que yo no soy muy de clásicos, pero este me ha resultado bastante entretenido y he quedado satisfecha.
Es un libro que no se hace pesado en ningún momento, lleno de acción y aventuras. Es cierto que todo es bastante previsible y no hay giros inesperados, pero sin duda logra mantener el interés. Es verdad que al principio pensaba que no había motivo para que la trama se alargara tanto, que el nudo tenía fácil solución, pero el autor logra embrollarlo de manera coherente.
De la trama conocía lo mínimo, y eso es básicamente lo que me he encontrado. Tom y el Príncipe se dan cuenta de que son como dos gotas de agua, y aprovechando eso se intercambian los papeles y cada uno empieza a vivir la vida del otro. No se necesita saber más. Me ha gustado que se viera lo bueno y lo malo de ambas posiciones, pues pensaba que Tom como príncipe iba a vivir de fábula, pero tampoco es un chollo (bueno, en comparación con las palizas que recibe el príncipe de verdad, sí es un chollo), además, se las apaña bastante mejor como príncipe de lo que pensaba.
¿Quejas? Tom como príncipe es demasiado bueno con el pueblo, perdona a casi todo el mundo, demasiados criminales quedan libres. ¿Más quejas? En ningún momento se explica por qué Tom y el príncipe se parecen tanto. Yo pensaba que se desvelaría que eran gemelos, pero qué va.
Por otra parte, aunque los personajes en general me han resultado simpáticos, son bastante simples y no tienen profundidad. En ese aspecto me ha sabido a poco, porque no se profundiza en ellos psicológicamente en absoluto, y esperaba saber mejor qué sienten y qué piensan. Aún así, entiendo que no es un autor que vaya a eso. El único personaje que no me he creído ha sido Miles Hendon, el hada madrina del príncipe, que lo ayuda en todo lo posible, sin nada que motive sus actos. No me parece alguien real en absoluto.
¿Entonces cuál es la gracia del libro? Principalmente la acción, pero no solo eso. La presentación que se hace de la Inglaterra de aquella época me ha parecido muy acertada. No es Dickens, pero ofrece una panorámica de las costumbres y la forma de ser de aquella época muy interesante. Por ejemplo, Tom sufre malos tratos, pero él vive feliz porque eso le parece normal. Otra cosa que me sorprende es que pese a ser un defensor del pueblo, le parece bien quemar a una mujer por practicar brujería porque las brujas son el mal (?).
«Todo Offal Court era una colmena como la casa de los Canty. Las borracheras, disputas y peleas eran cosa habitual, todas las noches y durante casi toda la noche. Las cabezas partidas eran allí algo tan cotidiano como el hambre. Y, sin embargo, el pequeño Tom no era desgraciado. Llevaba una vida muy dura, pero no se daba cuenta. Era la misma clase de vida que llevaban todos los chicos de Offal Court y, por lo tanto, le parecía de lo más correcto y agradable. Cuando volvía a casa por las noches con las manos vacías sabía que en primer lugar su padre le insultaría y le zurraría, y cuando él hubiera terminado, la terrible abuela repetiría toda la operación con algunos añadidos, y que aquella noche su madre se deslizaría a escondidas hasta él con alguna piltrafa o mendrugo que habría conseguido guardarle a costa de pasar hambre ella, a pesar de que muchas veces su marido la sorprendía en aquella especie de traición y le daba una buena paliza por ello».A diferencia de Dickens, que nos muestra la sociedad y nos indica que todo está mal, Twain se limita a reflejarla tal y como es, a veces a nivel enciclopédico. El libro en general es muy entretenido, pero hay dos o tres escenas sobre la realeza en las que se nos describe toda su vestimenta y composición que se me han hecho largas (y eso que duran una página y media, a lo sumo). Cabe destacar también otra diferencia entre Dickens y Twain: la Inglaterra de Twain es del siglo XVI. Aún así, creo que hubiera preferido que no fuera tan superficial y que hiciera una reflexión más en profundidad sobre la época.
Pero la novela es entretenida, eso no se le puede negar. Tiene mucho ritmo, acción, es ligera, está bien escrita y se hace muy amena. Además, es muy corta, no solo porque tenga pocas páginas, sino porque además hay muchas ilustraciones que a mí me han parecido muy acertadas.
En conclusión, una novela muy entretenida, escrita para jóvenes, con ritmo y una prosa ligera, corta y muy amena. Los personajes son algo planos y no tienen profundidad psicológica, y aunque la ambientación y el reflejo de la sociedad es interesante, no se ahonda mucho en ello. Me parece una buena lectura para desconectar de otras más pesadas o para los más jóvenes.
Cosas que he aprendido:
- Los libros con ilustraciones son guays.
- Existen los clásicos con acción.
- Sobre la sociedad inglesa del siglo XVI.
PUNTUACIÓN...3'5/5!
Primeras Líneas...