Revista Opinión

El principio de podredumbre o el nuevo contubernio de Munich

Publicado el 15 julio 2012 por Romanas


El principio de podredumbre o el nuevo contubernio de Munich
     Salvador de Madariaga, filósofo liberal español
El Contubernio de Múnich fue un término peyorativo, acuñado por el diario falangista Arriba, con el que el régimen franquista dio en ridiculizar el IV Congreso del Movimiento Europeo, celebrado en la capital bávara entre el 5 y el 8 de junio de 1962, en plena oleada de huelgas mineras en Asturias,1y tras un primer y fallido intento español de ingresar en la Comunidad Económica Europea.
Sé que probablemente esté cansando a algunos de los que me leen, no creo que sean muchos porque yo considero al hombre como un ser integral sin compartimentos estancos.
Si un tío o una tía son de izquierdas realmente, digo esto porque hay mucha gente que se considera de izquierdas porque esto intelectualmente se lleva mejor, no puede tolerar la injusticia en ningún campo, en ningún caso.
 Los falsos izquierdistas han pretendido evitar este escollo en su navegación por la vida, creando una doctrina más falsa que Judas: el fútbol es un mundo aparte en el que no interviene, no puede intervenir la lógica porque es cosa de sólo del sentimiento.
 Y todavía dan un paso más: el que se ocupa y preocupa del fútbol es porque no tiene nada de intelectual. Perfecto.
 Establecidos firmemente estos 2 falsos axiomas, todo está resuelto, uno ya puede ir tranquilamente por la vida siendo madridista, contemplando impávido cómo el Real Madrid roba un alto porcentaje de sus partidos, y, al propio tiempo, sentirse miembro de una izquierda casi divina, caso paradigmático el de Rubalcaba, pero no es el único.
 Es una puñetera mentira que no se puede cambiar de equipo como no se puede cambiar de alma, yo, que me considero el más normal de los mortales, lo he hecho ya varias veces. Al principio, fui del Mula, el equipo de mi pueblo, luego del Murcia, el equipo de mi región, luego del Madrid porque para mí era el mejor equipo, en calidad, del mundo, después del Atlético de Madrid, luego, del Bilbao y por último soy del Barça.
 Y el porqué de esta inestabilidad mía es, precisamente, mi propia evolución moral. Al principio, el factor determinante del afecto fue el nacimiento. Era del Mula porque éste es el pueblo en el que nací y me crié, después, cuando comprobé lo malo que era este equipo por mucho que fuera mío y que durante cierto tiempo lo entrenara mi padre, di un salto y me fui con el Real Murcia, que, luego, pasado cierto tiempo, técnicamente me decepcionó tanto como el Mula, de modo que, aprovechando mi estancia en Madrid, me hice hincha madridista a lo que ayudaron mucho Kopa, Didí, Di Stefano, Rial y Gento.
 Pero, y aquí interviene decisivamente el factor ético, aquel maravilloso equipo que hacía mis delicias técnicamente era ya, entonces, el perfecto representante de lo que ahora ha conseguido ser: el ejemplo de todo lo que no debe de hacerse en deporte.
 Apoyado financieramente no sólo por el Estado sino por todo el Estado, al considerar su Caudillo que era lo único que podía exhibir como un logro extraordinario propio íntegramente de su canallesco régimen, no encontró nunca ninguna clase de obstáculos para su elevación a los altares por un pueblo al que se le había sustraído, como parte esencial del programa de uno de los peores dictadores de la historia, la facultad de razonar de modo que ya sólo atendía a consignas.
 Fue un proceso lento pero de gran calado, duró exactamente 40 larguísimos años que un poeta sublime denominó de piedra, pero marcó quizá para siempre el modo de ser de todo un pueblo.
 Y aquí es donde se introduce en el tema la más increíble de las paradojas: para los falsos intelectuales de la teoría política, que desprecian lo que siente y lo que piensa la mayoría de los españoles,el fútbol es anatema, escribir o hablar de fútbol te descalifica definitivamente como hombre de pensamiento porque no es que sea ya un tema menor es que no pude ser de ninguna manera ni siquiera un tema de debate, de discusión entre gente que seriamente se dedique a pensar.
 Es la mayor, la más hipócrita y vergonzosa de las trampas saduceas que yo he visto en mi vida, apartar de un manotazo de la discusión política el tema que no solo es el que preocupa a la inmensa mayoría de los españoles hasta el punto de que lo condiciona todo, sino que, además, es el tapabocas preferido de la ultraderecha para embaucar, para someter al pueblo.
 ¿Cómo puede seriamente apartarse del debate político el tema que sociológicamente preocupa a la inmensa mayoría de los españoles? Es el más claro de los ejemplos de las grandes falacias intelectuales en que este desdichado país se sumerge.
 Yo no sólo creo todo lo contrario, sino que incluso doy un paso más: ninguno de los grandes problemas políticosociales de este podrido país se solucionará mientras no se resuelva éste, porque es con él con el que se está engañando a todos los españoles, si tendrá el jodido importancia sociopolítica.
 Ya sé que para ello habría que derribar los estadios y disolver por ley todos las sociedades deportivas del ramo y que esto no puede ser más que un añorado desideratum ya que nunca unos gobernantes se atreverán a afrontarlo, no hay más que ver cómo salieron corriendo cuando el Celta y el Sevilla descendieron administrativamente a 2ª por falta de solvencia, el gobierno se apresuró a resolverlo todo, incluso el que parecía más irresoluble de todos los problemas, el número de clubs que jugaban ya en la 1ª división, todo antes que enfrentarse a algo que ellos, los políticos, saben que nunca será en modo alguno negociable con unos pueblos, con unas ciudades, y cuyas consecuencias serían incalculables, desde el punto de vista político.
 Éste es el estado de la cuestión y es ya de tal gravedad que ha comenzado a preocupar seriamente a todas las otras naciones no ya de nuestro continente sino del mundo porque la podredumbre de nuestro panorama futbolístico ha generado una inflación tal, una desmoralización tan importante en este peculiar universo que amenaza con hundir no sólo nuestro deporte y nuestra economía deportiva sino que es capaz de infectar al mundo entero.
 Esto es lo que ha tratado de denunciar El Confidencial en el artículo publicado hoy, bajo el título de:
 "Europa quiere hacer estallar la 'burbuja' del fútbol español", sólo que,  qué cosas tiene este jodido tema, en el análisis no del todo equivocado que hace del problema casualmente se le olvida citar al que es, sin duda, el principal causante del mismo, el Real Madrid, que es el que ha provocada la inflación exponencial del precio de los fichajes, 1ª causa de todos los males que sufre el fútbol:
 http://www.elconfidencial.com/deportes/liga-bbva/2012/07/15/europa-quiere-hacer-estallar-la-burbuja-del-futbol-espanol-101825/  

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