“El principito”: un libro al que acudir siempre

He vuelto a leer “El principito”

Acabo de releer “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry y creo que me ha gustado más incluso que la primera vez. Se trata de un libro que leí siendo bastante pequeña y que ya entonces me encantó, pero es una de esas lecturas que te aportan algo nuevo cada vez y los años que han pasado desde la primera vez que leí “El principito” hasta ahora pueden ser los responsables de que le haya sacado mucho más partido a su lectura esta vez.

De pequeña me pareció un cuento precioso, lleno de imaginación y fantasía. Ahora sigue pareciéndome lo mismo, pero con un trasfondo mucho más complejo. Pocos libros consiguen presentar una historia de manera sencilla y simple, a modo de cuento, a la vez que plantean reflexiones profundas. El amor, la amistad, la naturaleza humana y el existencialismo son algunos de los temas tratados según el punto de vista del pequeño y único habitante de un asteroide que visita la tierra y conoce a un aviador, especie de alterego del narrador. Éste se niega a perder la pureza y sensatez propia de los niños y de la que se carece al convertirse en adulto y El principito le hará volver a comprender lo que supone ver las cosas importantes de la vida.

Durante estos días que he estado bastante ajetreada he sacado un poco de tiempo para volver a disfrutar de este libro, digno de releer una y otra vez, debido a que su lectura es tan amena como enriquecedora. Siempre me ha parecido que El principito es un personaje cargado de ternura y sabiduría, además de ser enigmático y conmovedor y ya puedo decir, sin temor a equivocarme, que es uno de mis personajes de ficción preferidos.

Mi recomendación con respecto a este libro es que lo leas lo antes que puedas (si nunca lo has hecho) y que, si ya has tenido la oportunidad de leerlo, vuelvas a hacerlo, sobre todo si ya hace años desde la última vez, porque es un libro que cambia con la propia experiencia vital. Quizás ahora entiendas qué es lo que el narrador quería decir con lo de cambiar y perder de vista lo que realmente importa, quizás ahora comprendas mejor la belleza de la flor que El principito tan celosamente cuida y puede que ahora sepas mejor que nunca todo lo que has perdido y lo que has ganado desde la última vez que este pequeño te hizo soñar. Vuelve a dejarte llevar, porque “El principito” nunca fue una lectura infantil. Es un libro eterno, recurrente y sin el cual una biblioteca estará siempre incompleta.

Y tú ¿Has releído “El principito”? ¿Qué otros libros crees que merece la pena releer? ¿Qué te han aportado diferente de la primera vez que los leíste? Cuéntame…