La izquierda política lleva tanto tiempo dominando la cultura con el uso de las palabras que piensan de verdad que incluso pueden detener a Donald Trump a Putin (aunque Putin es de izquierda) con discursos. La palabra es el arma más poderosa de la izquierda y aunque ciertamente no puede detener una bomba nuclear sí consigue permear de tal manera en el colectivo que cambia muchos paradigmas en el pensamiento de las masas.
Por ejemplo: En República Dominicana que es un país con muchos casos de violencia intrafamiliar o doméstica y donde los maridos matan a sus mujeres y las mujeres a sus maridos, se ha puesto por moda el convertir en noticia solo aquellos casos en los que un hombre mata a una mujer y para darle mayor atracción a los artículos periodísticos usan indiscriminadamente la palabra “feminicidio”
Hay una disputa sobre el significado de “feminicidio” y la diferencia de esta con “femicidio” muchos dicen que feminicidio es cuando se le quita la vida a una mujer por el simple hecho de ser mujer, lo que la incluye por supuesto dentro de los llamados crímenes de odio, y dicen también que femicidio es cuando alguien mata a una mujer, es decir que femicidio es solo otra palabra para homicidio pero siendo la victima mujer como sucedió esta semana en Chile que una chica fue ultimada por su pareja lésbica y fue reportado en los diarios como femicidio.
Ahora, el uso de la palabra feminicidio para cada caso en que un hombre mata a una mujer lo que hace es asegurar de buenas a primera que dicho crimen se ha llevado a cabo por motivos de odio al sexo femenino. Llegar a esta conclusión sin ningún tipo de investigación lo que hace es crear en el ambiente de un país la idea de que los hombres odian a las mujeres al punto de quitarles la vida cuando en realidad cada caso tiene sus propios factores como pueden ser los problemas de alcoholismo, las drogas y la misma violencia que en la mayoría de los países latinos es bidireccional y es el verdadero problema; es solo que cuando una mujer le quita la vida a un hombre lo hacen ver como algo heroico pero cuando un hombre lo hace es feminicida; en cualquier caso el derecho a la vida es para todos y el hombre es más propenso a proteger a la mujer que la mujer al hombre.
En República Dominicana miles de mujeres cuentan que han sido víctimas de atraco entre diez y quince veces, los hombres muy pocos viven para contarlo porque incluso los antisociales prefieren que la mujer preserve la vida guiados quizás por su instinto nato, pero principalmente los medios son los que gracias a su gran alcance aprovechan para tergiversar la información creando una realidad paralela que incluso en las Iglesias ya no oran tanto por los problemas de violencia como oran por los casos de feminicidio usando la palabra que bastante ha permeado.
Lo que pasa con el lenguaje es que se nos hace súper necesario para identificar la realidad, es tal la necesidad de esta herramienta propia de los seres humanos que cuando no somos específicos se nos pueden presentar muchos malos entendidos, de hecho, a cada rato en nuestras conversaciones nos toca tener que estar aclarando cosas porque nuestros interlocutores le dan una interpretación distinta a la que hemos intentado comunicar, así que si controlas el lenguaje controlas la realidad. Al llamar a todos los casos de violencia doméstica “feminicidio” pues ante los ojos de las masas lo conviertes en eso y creas una guerra de los sexos en la que las mujeres no confían en los hombres porque tienen la imagen de que ellos las odian y les van a quitar la vida.
En la República Dominicana incluso hablan de un ola de feminicidio dando a entender que se trata de un problema de odio directo al sexo femenino pero esto no logra solucionar nada ya que siempre se ha condenado severamente el asesinato de mujeres, siempre el asesinato de mujeres ha sido mal visto, incluso peor que el asesinato de hombres y lo podemos ver reflejado en la gran cantidad de casos en que las esposas matan a sus maridos y les dan casa por cárcel y en como los presos se indignan con aquellos, que han quitado la vida a una mujer; el único logro que podemos contar desde que manejamos este lenguaje es que se invisibilicen el resto de victimas de violencia como son de hecho los niños a manos muchas veces de sus propias madres y los hombres que aunque parezca imposible para muchos hoy, también son seres humanos.