El problema es el odio.

El conflicto entre España y Catalunya ya está en todas partes, afecta a casi todos los aspectos de nuestra actividad cotidiana y en política se utiliza y afecta a todo y todos.

En mi opinión las razones del conflicto están muy claras, Son solo dos. En primer lugar, el inmenso odio que muchos, demasiados españoles tienen a todo lo que huele a catalán. Como que la mayoría de los catalanófonos no son capaces de explicar las razones de su odio y porque el tema me preocupa me interesé por las razones de dicho odio, y de todo lo que he leído y oído las razones más plausibles son dos. En primer lugar el racismo lingüístico hispano que les hace reaccionar negativamente cuando en su territorio se habla un idioma distinto al castellano, y Catalunya es la única CCAA en que se habla otro idioma de manera cotidiana y generalizada, y la segunda razón, y parece ser la más importante, es que después de la Guerra de Sucesión en 1714 los borbones, aparte eliminar todas las instituciones catalanas desde el Parlament a la hacienda mediante la Ley de Nueva Planta, montaron una importante, persistente y muy larga campaña de desprestigio de Catalunya haciéndonos responsables de todos los males del país y de algunos más inventados, odio de generación monárquica que ha ido pasando de padres a hijos hasta el siglo XXI.

Si alguien duda de esta razón del odio solo tiene que comparar la actitud del gobierno y ciudadanos frente al separatismo vasco, ETA incluida, y la tremenda reacción del mismo gobierno y ciudadanía frente al no violento independentismo catalán. Nunca se cantó el “A por ellos” a la Guardia Civil cuando se desplazaba al País Vasco como han hecho en toda España cuando se han desplazado a Catalunya. A pesar de que en lugares tanto privados como públicos el País Vasco estaba plagado de carteles exigiendo la libertad de terroristas, la Junta Electoral nunca obligó a retirarlos ni en período electoral. Nunca se aplicó a políticos vascos un juicio vergonzoso como el que sufrimos estos días donde multitud de policías y políticos han mentido de manera miserable después de que Marchena les advirtiese que el perjurio es delito y después de negar la presentación simultánea de pruebas de las falsedades, y así una larga lista de barbaridades totalitarias y demostraciones de odio aplicadas al nacionalismo catalán que jamás se utilizaron contra los vascos. Quiero aclarar que me parece muy bien que se tratase a los vascos de manera civilizada, de lo que me quejo es del trato que se nos da a nosotros.

La segunda razón del conflicto es la inmensa irresponsabilidad de unos políticos que en vez de intentar solucionar el problema de la catalanofobia la han incentivado y exasperado al máximo para conseguir los votos de los muchos que odian a Catalunya hasta el extremo de olvidar corrupciones de todo tipo siempre que se la perjudique.

Los inventores de la barbaridad fueron los del PP, que montaron una operación que tenía por objetivo aumentar el independentismo en Catalunya para de esta forma, y con la ayuda y apoyo de las difamaciones, falsedades e insultos de su pocilga mediática, justificar acciones contra Catalunya que les aportaron millones de votos. La operación se inició en 2006 con Rajoy pidiendo “firmitas contra Cataluña”, de las que obtuvo cerca de 5 millones, que junto con varias jugadas sucias y la ocupación del Poder Judicial obra de Federico Trillo, se cargaron un Estatut que en manos de políticos honestos habría supuesto el inicio del fin de la catalanofobia.

Los otros partidos del régimen del 78 se apuntaron rápidamente a la barbaridad. Un buen ejemplo de esta actitud irresponsable es Ciudadanos, porque cualquier persona que viviese en Catalunya en aquella época os dirá que mientras sus actuaciones se limitaron a Catalunya dejaron clara su postura pero sin decir ni hacer barbaridades, hasta el extremo que muchos estábamos de acuerdo con muchas de sus opiniones, pero cuando en julio 2006 constituyeron Ciudadanos para extender sus actividades al resto del país tardaron poco más de un año en iniciar sus barbaridades, sus falsedades sobre Catalunya, y su promoción del odio catalanófono, aunque para las elecciones del 28-A Rivera nos ha hecho un gran favor: mandar a la Arrimadas al Congreso en Madrid, de esta forma el Parlament catalán podrá tener sesiones civilizadas porque con doña Inés en vez de debates parlamentarios tenían broncas de taberna.

En la actual campaña electoral los programas de los partidos ya no tienen la más mínima importancia, la campaña se limita a una carrera para ver quien es más catalanófono. El mejor ejemplo de esta barbaridad fueron las entrevistas que en el programa “Els Matins” de TV3 les hicieron a Arrimadas y Cayetana Alvarez. Ambas criticaron de manera extremadamente dura a TV3, hablando de tremendas manipulaciones, de fomentar el odio a España y discriminar al unionismo entre una larga lista de barbaridades, olvidando que los organismos internacionales, en especial los europeos, que valoran la imparcialidad de los medios de comunicación siempre han valorado muy positivamente la de TV3, mientras rebajaron hasta el desprestigio la valoración de TVE, en especial cuando estuvo bajo el control del partido de la Alvarez, el PP; de hecho la descripción de TV3 que hizo la Alvarez coincidía casi exactamente con la realidad de TVE bajo el PP.

Al inicio de la campaña Cayetana Alvarez sufrió un duro boicot cuando acudió a pronunciar una conferencia en la Universidad Autónoma de Barcelona que fue inmediatamente usado por la pocilga mediática para hablar de violencia y desprecio a la democracia en Catalunya, lo que ocurre es que cualquiera que hubiese entrado en cualquier universidad rodeado de guardaespaldas que hacían repetidamente el saludo fascista habría tenido un recibimiento similar. Encima cuando Laura Borras, candidata de JXCAT dice que quien busca problemas casi siempre los encuentra se rasgaron miles de vestiduras en la pocilga mediática. Tanto PP como C’ y por supuesto VOX tienen la mala costumbre de montar numeritos donde están seguros que va a haber problemas para después condenar los hechos. Ocurrió con Rivera y Casado reuniéndose en el mismo bar de Altsasu donde se produjo la bronca que acabó con varios chavales cumpliendo largas condenas de cárcel,  Arrimadas usa con frecuencia la provocación, la última ayer jueves 19 cuando montó una manifestación en la plaza Mayor de Vic, el lugar donde hace unos meses se habían plantado cruces amarillas y un loco al volante de un coche derribo muchas de ellas y el autor resultó ser uno de los jefazos de C’ en Vic, y por supuesto, el ya famoso miting de Rivera en Errenteria es similar a que el señor Rivera escalase la cumbre de un volcán en erupción y pretendiese no quemarse en absoluto porque Errenteria es uno de los más importantes feudos del independentismo vasco.

Pedro Sánchez también da satisfacciones a la catalanofobia para no perder comba con la ultraderecha. Ayer, en respuesta a su homónimo Jordi dijo que sobre el referéndum nunca es nunca porque es inconstitucional. Tenemos un presidente que no se ha enterado que son cientos los juristas que niegan que el referéndum sea inconstitucional y preguntan en que artículo se halla tal prohibición, porque la justificación de la proclamación de la unidad de España no es suficiente, entre otras cosas porque la mayoría de países en que se ha celebrado un referéndum de independencia tienen una Constitución o similar que también proclama de alguna manera la unidad del territorio.

Con tantísimo ruido contra Catalunya no se oye casi nada sobre el mayor escándalo político de Europa: las cloacas del Estado. Están encausados o condenados los ejecutores de la barbaridad, pero los que lo decidieron están muy tranquilos porque los partidos del régimen del 78 PP, PSOE y C’ ya ha decidido rechazar cualquier posibilidad de investigar tal indecente inmoralidad política, cuando en los USA por un asunto mucho menos grave, mucho menos importante y mucho menos evidente, saltó nada menos que el Presidente, mientras en España el partido que montó las cloacas, y además batió todos los récords de corrupción por miles de millones volverá a ser votado por millones de idiotas.