Revista Comunicación

El proceso de innovación

Publicado el 29 noviembre 2010 por Mktyclientes
La innovación necesita ser llevada a cabo de una manera sistemática. Ello requiere un método que estructure y ordene todas las acciones necesarias. Es por ello que debería seguir unos principios o pautas que nos permitan de alguna manera ordenar los pasos a dar para llevar a cabo nuestra actividad innovadora.
Uno muy útil para usar y seguir es la siguiente basada en los principios de Drucker[1] que se fundamente en cinco sencillo pasos:
El Proceso de Innovación según Drucker
1. Generar ideas: Estar atento a todo lo que nos rodea y buscar nuevas oportunidades. En muchos casos, la necesidad de reducir costes o de aumentar las ventas son fuentes de innovación. El saber detectar qué es lo que necesitan nuestros clientes o empleados son otras fuentes para generar ideas.
El proceso de innovación2. Evaluar: Analizar, filtrar, evaluar y priorizar cuales de estas oportunidades de mejora es la que puede resultar de interés para nuestros clientes o cuál puede dar lugar a una cambio significativo en nuestra organización. En esta fase se tiene que chequear la compatibilidad con los objetivos de la empresa. No tiene sentido priorizar ideas que después no se puedan poner en marcha por falta de personal o recursos de la organización.
3. Testar: Una vez decidido por cuál empezar, para tener mejores resultados, las innovaciones deberían ayudar a resolver problemas sencillos: estar centrados en solucionar una necesidad clara o un aspecto concreto. Aquí lo que debemos hacer es intentar validar o redefinir la idea inicialmente y seleccionar la mejor opción para su puesta en marcha.
4. Implantar: A la hora de ponerla en marcha, hay que empezar poco a poco para después tener grandes resultados. Las innovaciones exitosas empiezan a escala: empezar con un campo de actuación limitado; plantear un cambio organizacional inicialmente sólo en un departamento; lanzar un nuevo producto que requiere poco dinero ponerlo en marcha o pocos recursos para empezar a comercializarlo, etc. De esta forma, por ejemplo, según vaya creciendo el mercado la empresa puede irlo moldeando y así poder seguir a la cabeza frente a los competidores que empiecen a surgir. Una forma para conseguirlo es diseñando y siguiendo un calendario de aplicación con puntos de control en el camino.
5. Consolidar: Por último, aunque empecemos a escala, tenemos que pensar a lo grande. La vocación de la innovación tiene que ser la de conseguir un liderazgo competitivo o la excelencia empresarial. Si la innovación no se proyecta desde el principio a conseguir los mejores resultados en el ámbito de actividad en la que lo pongamos en marcha (aunque sea por ejemplo de la liderar un pequeño nicho de mercado), va a ser difícil conseguir que tenga éxito. Este aspecto implica comprometerse con un objetivo claro, y trabajar duro y de forma persistente para alcanzarlo. En una Pyme, por ejemplo, el objetivo podría ser el de permanencia en el mercado.
Hay varias webs que se dedican a recopilar ideas para que las empresas hagan uso de ellas y las pongan en marcha, ayudando a agilizar el proceso de innovación.
Algunas interesantes son: http://www.ideas4all.com/, http://www.ideawicket.com/, http://www.innocentive.com/, http://www.globalideabank.com/, http://www.cambrianhouse.com/
También a través de los think tanks, instituciones de investigación u otro tipo organizaciones que ofrecen consejos sobre diferentes aspectos, podemos obtener ideas que pueden dar lugar a una innovación posterior. De hecho, en algunos medios se les asemeja a “fábrica de ideas”.
En España están empezando a proliferar este tipo de instituciones, y es interesante conocerlas, así como sus estudios o publicaciones para estar al tanto de tendencias, políticas, económicas o sociales. La Institución Futuro (http://www.ifuturo.org/) es una de obligada referencia.
[1] Drucker, Peter F. Innovative and Entrepreneurship, Practice and Principles. Harper & Row, Publishers, Inc. 1985

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