Participantes, en la segunda jornada, del curso sobre La Re-evolución en los derechos intelectuales, celebrado en la Universidad Complutense. (Manuel Casamayón)
La industria editorial vive inmersa en un proceso de transformación, fruto del impacto de la tecnología y de internet. Radio, televisión, o prensa están cambiando sus esquemas clásicos para llegar a un usuario que no consume los contenidos de la misma manera que antes. Esa transformación de modelo fue tratada ayer en la segunda jornada del curso del curso La re-evolución en los derechos intelectuales del conocimiento, la creación, y la comunicación, organizado por la Universidad Complutense de Madrid, Google, Telefónica y el grupo PRISA, editor de Cinco Días.
"Ningún medio de comunicación tradicional va a liderar el cambio tecnológico", afirmó el consejero delegado de PRISA, José Luis Sainz. En su opinión, "nuestra obligación es conocer esos cambios, aprovecharlos y aplicarlos en nuestras empresas. Y ser rápidos y eficientes en ese proceso", afirmó. El cambió que se está dando, prosiguió Sainz, es continuo y exponencial, y dentro de él, los medios deben seguir apostando por el que es su valor diferencial: el contenido. Este ya no se ciñe a esquemas rígidos, sino que es elaborado para ser consumido en toda una variedad de formatos por un usuario al que hay que dirigirse de forma personalizada. "Ahora hay que buscar quién está ahí, y necesitas que el lector se comprometa, con contenidos hechos a su medida", explicó el ejecutivo, reconociendo la complejidad de lograr un retorno económico acorde: "Sigo creyendo en el contenido, en la creación, en las emociones. Eso siempre acabará generando una respuesta económica".
Un ejemplo de esa transformación es el diario . En su 40 aniversario ha renovado sus procesos para adaptarse "a las nuevas formas de consumo de la información", como señaló su director adjunto, Jorge Rivera. "El lector es un demandante de información, pero ya no lo hace solo a través de un único medio, como era antes la edición impresa del periódico". Ahora lo hace desde toda una variedad de dispositivos, y en cualquier momento del día, lo que también requiere una adaptación a ese ritmo. "Tenemos que ir a por los lectores. Tanta importancia tiene el contenido como su distribución", apuntó Rivera.
La radio, y en concreto, la musical, con nuevos competidores como Spotify, también afronta un proceso de cambio similar: "Hemos constatado una pérdida de atención en los perfiles más jóvenes, sobre todo en pérdida de minutos", analizó Eva Cebrián, directora de Cadenas Musicales de Prisa Radio. "Los más jóvenes consumen la música a través de las nuevas plataformas, pero también tienen acceso a la radio. Eso nos lleva a tener una oportunidad única para realizar una transformación", continuó.
Uno de los elementos de ese cambio es la imagen, ya que, según Cebrián, "ya no entendemos hacer radio sin hacer vídeo", aportando también un factor humano que los nuevos servicios no proporcionan. El escaso desarrollo de la radio digital en España, o las dificultades para conseguir los derechos de imágenes, son obstáculos en ese proceso, pero no lo frenan: "Solo podemos seguir innovando, y crear un núcleo de contenidos multiplataforma, más allá del consumo de una emisora de FM".
En la misma tesitura se encuentra el sector televisivo. El consejero delegado de PRISA, José Luis Sainz, constató que "el consumo de televisión está creciendo, pero la distribución lineal está muerta. Quien lo domina es la televisión bajo demanda". En ese sentido, Domingo Corral, director de Programación Original de Movistar+, subrayó cómo " la experiencia de usuario es igual de importante que el contenido. Ahora las series se ven donde quieres, como quieres y cuando quieres".
Antes de finalizar, José Luis Sainz añadió que ahora "nos toca probar y saborear de todo, errar y saber rectificar. Ser rápidos en las decisiones e intentar acompañar el cambio. No hay un modelo de negocio definido para nadie".