Me pidió Joan Carles March un artículo para una iniciativa de la Escuela de Pacientes #RecetaLinks que acepté de inmediato por ser un espacio que siempre está intentado ofrecer valor a cualquier ciudadano. Del tema de recetar enlaces de información ya hemos hablado mucho pero aun queda bastante por hacer.
No es
fácil explicar que lo que toda la vida se ha hecho de una determinada manera
precisa ser cambiado. El mundo sanitario se caracteriza por una gran inercia
debida a la complejidad y tamaño de susorganizacionespor un lado y a la larga formación
requerida a sus profesionales por otro. Durante décadas se ha ejercido una
práctica médica y enfermera de basebiologicistay paradigmapaternalista. En ese marco se
diagnosticaban patologías y se prescribíantratamientosy planes de cuidados que incluían
información y consejos. Estos se daban verbalmente y en algunos casos con el
soporte de una fotocopia.
Los
estudios de eficiencia de los consejos dados en consulta no los dejan en muy
buen lugar dado lo difícil que es para cualquier persona cambiar sus hábitos de
vida o conseguir objetivos en salud que impliquen mucho esfuerzo.
Por otro
lado el ciudadano cada vez busca más información sobre salud en Internet antes
y después de consultar con el sistema sanitario. Cuando lo hace antes es común
que termine agobiado por el exceso y la dudosa calidad de lo que encuentre.
Cuando lo hace después tal vez acabe confundido si lo que encuentra no coincide
con lo que le han dicho en consulta.
Aunque no
severbalicelos profesionales deberían saber que
el exceso de información, o más correctamente dedesinformación, afecta a la mayoría de
las personas que les van a consultar. El reto que tenemos encima de la mesa es
cómo ayudar a la persona con una duda o problema de salud. Para ello la
consulta presencial sigue siendo una de las mejores herramientas que existen.
Si el profesional tiene las suficientes competenciascomunicativas, conocimiento técnico del
tema tratado y relación con la persona consultante será fácil que esta salga
del encuentro con su necesidad de conocimiento correctamente satisfecha. No se
trata de dar mucha información sino de dar la adecuada. Es una cuestión de
dosis, que habrá que ajustar teniendo en cuenta factores como lapersonalidaddel paciente, su nivel cultural, su
inquietud personal y el grado de profundidad o extensión que desea en la
respuesta.
Además de
dar una respuesta verbal, el profesional podrá ayudarse en el encuentro clínico
de imágenes o vídeos que podrá rescatar en ese momento de Internet o que podrá
dibujar con lápiz y papel. Terminado el encuentro es buena práctica facilitar
alguna referencia en Internet por si el paciente desea profundizar o repasar el
tema. Dar un enlace escrito en un papel puede ser de gran ayuda. Otra
propuesta mejor es dar un enlace semántico, es decir facilitar tres palabras
que conduzcan a una página que el profesional aconseje. Por ejemplo, si digo a
mi paciente que introduzca en su buscador las palabras: "doctor casado
catarro", encontrará fácilmente un vídeo y un enlace a mi blog para
pacientes con información sobre ese tema. Tres palabras son fáciles de
memorizar. En cualquier caso también son fácilmentetranscribiblesa un papel.
Este proceso de educación sanitaria
o prescripción digital de información es una faceta del perfil deContent Curatorque debería tener cada profesional de
la salud. Por este término se entiende un concepto de Rohit Barghava basado en cuatro
habilidades: búsqueda de información, selección, traducción y difusión. Algo
que con otros nombres siempre se ha hecho de alguna u otra forma en cualquier
consulta del sistema sanitario.
La
sanidad dispone de profesionales altamente capacitados con habilidades
avanzadas de búsqueda y manejo de información, así como experiencia y
conocimiento amplio de las comunidades y pacientes que tratan. Esto permite
individualizar mucho la información. Si esta se amplíafuera de la consultacon enlaces a contenidos de Internet conseguiremos ayudar al paciente y
a sus familiares y cuidadores a ser más autónomo y responsable de su
proceso.
No es asunto baladí dado el aumento en la edad
poblacional que condiciona situaciones clínicas más complejas con componentes
sociales, económicos y de otras índoles que no ayudan al mantenimiento de la
salud. Proporcionar información individualizada de calidad será esencial,
ayudarnos de Internet y de las tecnologías de la información y comunicación de
las que disponemos también.
#RecetaLinks