Esta semana terminé ‘El Psicoanalista’ de John Katzenbach, durante cinco días leer el thriller en el que se ve envuelto el Dr. Frederick Starks me ocupó por las noches, un argumento sensacional desarrolló el escritor.
Ese gran éxito de librería me animó a que el viernes pasado comprara en la Cd. de México su nueva obra, ‘El Profesor’, otro thriller sensacional, donde delitos como la pedofilia y trata de personas hacen su verano. No es que me agrade el abuso sexual de menores de edad, me fascinó conocer al personaje central del libro, otro psiquiatra como en el caso de El Psicoanalista, pero este ya es un viejo retirado, aquejado por una grave enfermedad que le está ocasionando que pierda completamente la memoria y después de haber sido testigo de un rapto emprende la tarea de dar con los delincuentes, luchando contra su memoria y ayudado en su confusión mental por tres de sus seres queridos: su hermano, su esposa y su hijo, los tres muertos años atrás. Hoy por la mañana, acompañado de un café Starbucks y en la comodidad de los sillones de el local de zona río de esta cadena de cafeterías terminé de leerlo, reconozco que lo disfruté inmensamente estos dos días.
No hace falta decir que recomiendo ampliamente los dos libros, el primero lo leí en mi iPad, lo descargué de manera gratuita en Scribd, así que por ese lado es una muy buena oportunidad para adentrarse en la obra de Katzenbach, este gran escritor del suspenso.
Me pesa haberme saltado otras de sus obras, pero ya habrá tiempo de leerlas, se avecinan noches de frío, noches largas de invierno para disfrutar de la tranquilidad bajo las cobijas.