El profesor de violín: y Bach llegó a las favelas

Es bastante curioso que un país como Brasil tenga una producción cinematográfica con tan poca repercusión internacional. El motivo me es desconocido, pero no cabe duda de que no siendo por algunos nombres como Fernando Meirelles ('Ciudad de Dios') o Walter Selles, el cine brasileño que llega a nuestras salas es prácticamente inexistente. Solamente por eso, El profesor de violín ha despertado mi curiosidad aun antes de comenzar la proyección.

Luego han ido pasando los minutos y lo que era curiosidad se ha convertido en interés por una historia tan sencilla como, en cierto modo, predecible en su desarrollo. Sin embargo, consigue captar toda la atención del espectador al huir de artificios y centrándose en el desarrollo del argumento de una manera tan desnuda como cruda.

Basándose en la historia real de Silvio Bacarelli, El profesor de violín cuenta la historia de un joven que sueña con llegar a ser violinista profesional, pero que en su camino se topa con dificultades económicas que le llevan a tener que dar clases a un grupo de adolescentes en una favela de São Paulo. De este planteamiento pueden surgir varios ecos a películas como 'Los chicos del coro' por poner un ejemplo. Desde luego, las reminiscencias a otros títulos son inevitables; no obstante, el contexto en el que se desarrolla convierte una historia a priori tópica, en un drama social de gran calado.

Porque gracias a la falta de pretensiones del director Sérgio Machado, el guion ahonda en las distintas realidades sociales que conviven en una ciudad como São Paulo, en la que coexisten dos mundos completamente encontrados donde la violencia, la pobreza, y las dificultades para salir adelante de las clases más desfavorecidas, contrastan con aquellos cuya vida tiene preocupaciones más banales.

Por todo ello, El profesor de violín demuestra que se puede contar una historia de gran veracidad mientras resuenan Bach o Mozart por los rincones más oscuros de la favela más grande de São Paulo sin caer en el melodrama fácil ni en un idealismo desmesurado. Esperemos que el verano no engulla esta recomendable película.