Occidente hoy en declive introdujo la categoría que denominó el progreso. En el presente para la mayoría de los venezolanos gracias al Comandante Hugo Chávez Frías y el Presidente Nicolás Maduro ha comprendido que significó el verdadero “Progreso”, con palabras y hechos, o bien a través de libros o incluso de la páginas de Ultimas Noticias, entre otros.
Según Enrique Dussel, a partir de 1492 el progreso aparece en América como “mito de violencia sacrificialdentro de un proceso de “en-cubrimiento” de lo no-europeo, proceso que, al tiempo que se revestía del cuento progresista, produjo la primera acumulación de capital europea a partir de la explotación de las minas de plata de México, del Potosí. Sacaban el metal por ríos que bajan del Ande hacia el océano Atlántico, los nombres eran adivinación y se llamó río de la Plata a la boca por la que ésta brotaba al Atlántico en barcos que la llevarían a Europa, y al país se llamó Argentina, derivado de la palabra latina “argentium“, que significa “plata”. Con latines más o latines menos, había un campo de saqueo que iba del polo Norte al polo Sur.
Hoy los venezolanos están enterados de que la idea de progreso que sustenta el mito de la modernidad, proviene del afán capitalista-expansionista. Su depredadora y aberrante carta de presentación fue la Conquista y Colonización, las siguió la Independencia, cuyo desenlace fue la traición al Libertador Simón Bolívar por oligarquías criollas cipayas del imperialismo inglés, francés, alemán y norteamericano, en afán -ya es más que sabido- de apoderarse de los recursos naturales de nuestros países. El “progreso” continúa después de la Independencia y abarca los subsiguientes períodos históricos, hasta el presente.
En política, los compromisos serios se contextualizan desde el conocimiento de la historia. ¿Sabe la oposición entreguista de historia Patria? Progreso son muchas cosas. A cuenta de la idea del progreso surgió un Estado nacional entreguista, activo como instrumento de dominación. En un entonces de “progreso”, empresas de Venezuela o Bolivia no podían explotar sus recursos (petróleo, gas), y debieron ser empresas extranjeras las que lo hicieran, la deuda externa siguió creciendo, la economía se basó principalmente en el sector primario, con grandes plantaciones orientadas a la exportación, ganaderías que producían carne y productos también para exportarlos, e ídem con el desarrollo minero, pues los grandes propietarios nada hacían para cambiar las cosas puesto que el sistema les permitía obtener pingües beneficios. Dependían de los precios que lo nacional alcanzara en los mercados internacionales y las producciones se basaban en el monocultivo por lo que la bajada del precio de un único producto podía desestabilizar la economía de todo un país.
Este fue, grosso modo, el “Progreso” y todos pensamos que es el que nos quiere regalar la oposición facista y su compiche, la candidata , seguramente atendiendo a que el tiempo de Dios es perfecto. ¿Progreso con ALCAS donde los productos industriales y agrícolas norteamericanos, bien subsidiados, entrarían a Venezuela a competir con los nacionales y sin pagar impuestos? En esa visión política sin el madurismo nos esperan acuerdos para que las multinacionales controlen al país, aperturas petroleras. Por supuesto, no se dirá que son para arruinarnos más, se las presentará como mecanismo necesario, indispensable, para que “vengan las inversiones”. República bananera seriamos, o mejor, república gasolinera.
Y ¿qué decir de la deuda externa? Como revela Gerónimo Pérez Rescaniere (De Cristóbal Colón a Hugo Chávez Frías, vol III, pags 73 y otras) esas cosas se trabajan por partes: durante el primer gobierno de Caldera, el Congreso corrigió las leyes para que ciertos institutos pudieran firmar contratos de endeudamiento sin examen de la Contraloría General de la República, Carlos Andrés Pérez los firmó mientras voceaba por la prensa posiciones tercermundistas, Luis Herrera trató de no firmar y terminó firmando más, Lusinchi se hizo el loco y Pérez en su segundo gobierno aplicó el neoliberalismo arguyendo que no había otra opción estando el país hipotecado. He ahí el progreso.
Hablar de historia es narrar. En la Universidad de Harvard surgió un tanque de pensamiento, éste ocupó el Cuerpo de Planeamiento de Política del Departamento de Estado de los Estados Unidos con lo cual ya no fue de pensamiento sino de dirección, dentro del “Cuerpo” floreció Francis Fukuyama, que ensayó la idea del fin de la historia y por ende del progreso .¿Estaba con el progreso o con el fin del progreso cuando la candidata y sus compinches formaron parte del golpe militar del 2002 en Venezuela ? Tal vez contra el progreso porque el golpe fue financiado por la Administración Bush, donde Fukuyama era el factótum, el filósofo.