Hace unas semanas descubrí la existencia del “Diccionario de dificultades del inglés” de Alfonso Torrents Del Prats. Tras leer algunas reseñas, lo pedí en Amazon de segunda mano y quedé a la espera de recibirlo. Hoy he ido a buscarlo a Correos y la cara que se me quedó al ver esto ha tenido que ser impresionante:
El diccionario que llevaba mi nombreA pesar de que mi apellido es bastante común, la combinación con mi nombre no lo es tanto. ¿Qué probabilidades hay de que el día de tu cumpleaños recibas un libro de segunda mano cuyo dueño anterior se llamase igual que tú? Me debato entre jugar a la lotería o ir a Los Ángeles a averiguar el paradero de mi tocaya. Este puede ser el comienzo de una gran novela…