Posted on 18 marzo, 2012 by juanmartorano
No nos cansaremos de repetir que somos económicamente independientes, porque soberanamente manejamos los recursos provenientes del petróleo para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de la población venezolana. La salud, es una de las necesidades materiales a la cual la revolución bolivariana ha dedicado una buena parte de los recursos del petróleo que antes se iban a engordar las transnacionales cuando sólo pagaban 1% por el derecho a explorar y explotar nuestro petróleo (regalía). Ahora que somos soberanos en el manejo de nuestro crudo, tienen que pagar 33% de regalía. También, ahora Venezuela percibe mayores ingresos de parte de las empresas petroleras mixtas, por concepto del pago del ISLR, ya que en la cuarta república pagaban 34% y en revolución deben pagar 50%.
Venezuela ahora tiene control total sobre su mayor fuente de ingreso como es el petróleo a través de pagos razonables por concepto de: REGALÍA, ISLR, PRECIO DEL BARRIL y RESCATE DE LA FAJA PETROLÍFERA DEL ORINOCO. Por muy obcecado que sea alguien, creo que coincidirá en que es más patriótico invertir estos recursos en las y los venezolanos, sobre todo en las y los más desvalidos, que dejar que se lo apropien las transnacionales de los países que no tienen amigos, sino intereses. El gobernador Capriles afirma que donde hay progreso hay salud. Eso no lo dudamos, pero no creo que necesitemos lecciones del candidato de la MUD. Las directrices que seguimos y la brújula que nos dirige están claramente establecidas en el texto de los artículos de la CRBV desde el 83 al 86.
No hay duda que el Estado venezolano a través del Ministerio de Salud ha venido trabajando en el proceso de lograr un Sistema Público Nacional de Salud. Sin embargo, había muchas cosas que rescatar que estaban abandonadas, no se sabe con cual aviesa intención, comenzando por la infraestructura de salud, desde la red ambulatoria hasta la hospitalaria a los diferentes niveles. Me permito referir, que en el año 2001, cuando comenzamos en Portuguesa a rehabilitar la infraestructura hospitalaria y a recuperar y a crear unidades especializadas de salud, cómo la cardiológica, oncológica, neonatológica, pediátrica, de terapia intensiva, laparoscopia, traumatología, entre otras, nos decían que hacía unos 20 años que no se atendían esos sectores.
En 1999, a la llegada del Presidente Chávez al poder, el desastre en el sector salud comenzaba por el gran déficit de médicos y enfermeras, lo cual creaba una gran crisis por la falta de atención adecuada, principalmente a nivel de la red hospitalaria, que siempre se observa colapsada por la pésima atención a nivel de la red ambulatoria que estaba aún más abandonada. ¿Se atreverán a negar que, aunque no hemos llegado a lo más alto de la cima, se está subiendo la cuesta? Los médicos preparados en Cuba que hoy forman el Batallón 51 son el resultado de unos de los primeros esfuerzos que comenzó a realizar el Presidente Chávez desde que el pueblo venezolano delegó su poder soberano en él. Los más de 20.000 compatriotas estudiando MIC y los 8.219 que ya están graduados, apuntan hacia el mismo objetivo. En 1999 había 20.378 médicos prestando servicios en hospitales y ambulatorios y en el 2012 tenemos 56.607, incluidos los 8219 MIC. En 1999 habían 10.129 enfermeras (TSU y Lic.) y en el 2012 hay 57.875 (TSU y LIC.) en el Sistema Nacional de salud.
El desastre encontrado en relación a la atención del nivel primario de salud, que debía hacerse en los ambulatorios con predominio del componente preventivo- educativo sobre lo curativo, fue enfrentado por el Presidente Chávez con Barrio Adentro I, que comenzó en el municipio Libertador, durante la gestión de Freddy Bernal, con atención casi personalizada, por parte de las y los médicos cubanos a nuestra gente más preterida de los barrios caraqueños. A partir de allí la Misión Barrio Adentro I se extendió rápidamente por cada una de las 23 entidades del territorio nacional. Después vino Barrio adentro II, tejiendo a Venezuela de Salas o Centros de rehabilitación Integral (SRI o CRI), de Centros de Atención Integral (CDI) y al menos un Centro de Alta Tecnología (CAT) en cada estado.
Nuestros adversarios pueden criticarnos porque durante un lapso hubo paralización en la construcción y dotación de algunas de las citadas instalaciones, y tienen razón. Sin embargo, en buena parte se debió a que la empresa internacional que inicialmente tenía el compromiso de la dotación, fue bloqueada por los mismos intereses imperiales de siempre. Afortunadamente, este contratiempo está totalmente subsanado. En los últimos tres años también se retomó la marcha acelerada en la culminación, rehabilitación y dotación de la infraestructura hospitalaria (Barrio Adentro III). ¿Serían capaces nuestros adversarios de no reconocer el avance en la atención de la salud de los venezolanos a través del Convenio Cuba- Venezuela, incluida las operaciones de Misión Milagros realizadas allá y aquí? ¿Será que no se han dado cuenta de la creación y el éxito de Centros Hospitalarios de la magnitud del cardiológico Infantil?
Faltó espacio para decirle que como parte del Sistema de Seguridad Social, en revolución se protege más la vejez; por eso, de 387.007 pensionados en 1998, terminamos el 2011 en 1.500.000; y con la primera etapa de la Misión en Amor Mayor se alcanzarán los 2 millones. Y finalmente, en 1998 un 80% de la población tenía acceso al agua potable y en el 2009 llegó a 95%. Para los mismos dos años, los valores correspondientes para recolección de aguas servidas son 52% y 84%. ¿Alguien duda que el agua es vida y salud? Desde 1999 nos estamos ocupando del progreso de Venezuela en salud… y lo que falta!
*Dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
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