El proyecto Angostura se encuentra en Santurban, Colombia
El yacimiento contaría con una producción total de oro estimada en 7,7 millones de onzas, con un promedio de 511.000 onzas anuales de oro (16 toneladas) y 2,3 millones de onzas anuales de plata (72 toneladas) durante una vida útil de 15 años y una inversión inicial de US$638 millones. Luego de la puesta en productivo, la empresa invertiría otros 307 millones de dólares. En tanto, la inversión inicial en tares de exploración, la adquisición de las tierras, los programas de responsabilidad social y ambiental, los análisis de ingeniería más los costos generados por la actividad de su personal (salarios, impuestos y compras de insumos) superó los 150 millones de dólares. Respecto del impacto económico que podría tener la mina, la empresa ha estimado que la región recibiría unos 15 millones de dólares anuales en concepto de regalías por la extracción del oro y se generarían 1.500 puestos de trabajo para el período de construcción de la mina y otros 800 empleos más en la fase de explotación. Según el proyecto original, la mina iba a entrar en producción en el tercer trimestre del 2012. En julio de 2009, la empresa canadiense adquirió los últimos derechos de superficie necesarios para desarrollar Angostura y con esto llegó a controlar 3.539 hectáreas de derechos de superficie y cerca de 30.000 ha de derechos mineros. Según información publicada por Greystar Resources, Angostura contiene recursos medidos e indicados de 331Mt con 1,09g/t de oro y recursos inferidos de 90,8Mt con 1,11g/t de oro. Sin embargo, la iniciativa original desató protestas en los departamentos de Santander y Norte de Santander, por considerar que el proyecto Angostura ocupaba zonas del páramo de Santurbán considerado como « la fábrica de agua » de Bucaramanga y su área metropolitana. El páramo de Santurbán es una estrella hídrica importante para los dos santanderes y también para Venezuela porque allí nacen las corrientes que vienen a formar el río Zulia (Norte de Santander) y el Suratá, que se une al Lebrija y llega al Magdalena. Así mismo, en el páramo de Berlín, (Tona, Santander), nace el río Tona, donde prácticamente arranca el río Arauca. Sin embargo, Santurbán también tiene una riqueza mineral, especialmente de oro. Por eso es que en Vetas y California, desde hace siglos, hay una importantísima cantidad de pequeñas y medianas empresas locales y mineros informales que viven de la minería. Cuando la actividad proliferó, surgió el debate acerca de preservar el ambiente o generar fuentes de trabajo e ingresos a través de la actividad minera, en particular de la extracción de oro. En tal sentido, el director nacional de Planificación de Colombia, Hernando José Gómez, señaló que en el Plan Nacional de Desarrollo, se incluyó un artículo que limita esas actividades. Por su parte, el ministro de Minas, Carlos Rodado Noriega, señaló que la ley 1382 de 2010 establece que en el territorio nacional no se pueden desarrollar proyectos de explotación minera en zonas de páramo, humedales y parques naturales.Así se identifica la canadiense Greystar Resources en Colombia
A partir de estos reclamos, Greystar realizó estudios de impacto ambiental particularmente respecto de la disponibilidad y los riesgos relacionados con los recursos hídricos. La compañía asegura que está previsto que las tres corrientes de agua que se verían afectadas conserven el líquido suficiente para satisfacer el caudal ecológico de las mismas. “Ese caudal requerido para el proceso será recirculado y reutilizado la mayor parte del tiempo”, aseguró Steve Kesler, por entonces presidente ejecutivo de la compañía. Así pues, las cosas quedaban listas para reencaminar el proyecto. Veremos en la segunda parte de este artículo, cómo ha sido el desarrollo de los últimos acontecimientos y cuál será el futuro del Proyecto Angostura.