Revista Opinión

El PSOE, gracias a Rajoy, podría gobernar más de una decada en España

Publicado el 05 junio 2018 por Franky
La verdad pura y dura la ha dicho Alfonso Ussia con toda crudeza: “Por no saber defender a España, Rajoy la ha entregado a sus peores enemigos”. Algunos de mis lectores se sorprenderán cuando lean este artículo y me acusaran de ponerme al lado de Pedro Sánchez, pero no es cierto porque pienso que los socios de Pedro son repugnantes y que su asalto al poder me hace vomitar. Este artículo sólo está del lado de la independencia, la verdad y la libertad de pensamiento. Los estrategas del PSOE le están diciendo a Pedro Sánchez que si Rajoy comete el error de seguir al frente del PP y si el gobierno socialisra gobierna bien, se mantendrá en el poder durante más de una década. Aunque parezca increíble, Pedro Sánchez podría inaugurar una larga etapa de gobierno socialista en una España a la que el PP, con sus corrupciones, abusos y errores, ha dejado muy tocada. Ante el PP, noqueado por el triunfo de la moción de censura, se alza todo un calvario judicial que durará muchos años y que podría llevar a prisión a muchos de sus dirigentes, toda una tragedia que tendrá muy profundos efectos electorales. Los estragos causados por Rajoy en España son más graves de lo que la gente cree. Por lo pronto, el PP está tan desprestigiado, sólo y dañado tras el mandato de Rajoy que se quedará fuera del gobierno durante más de una década, una etapa en la que podría gobernar el PSOE, al que la caída y el fracaso de Rajoy han inyectado nueva sabia y vida, justo cuando estaba en plena decadencia, perdiendo votos y al borde del desastre. --- El PSOE, gracias a Rajoy, podría gobernar más de una decada en España Esos expertos creen que si Pedro Sánchez y su gobierno lo hacen sólo medianamente bien, garantizarán más de una década de gobierno socialista en España, toda una sorpresa porque los datos parecían indicar que el PSOE, sin aire y abandonado por los ciudadanos tras el desastre de Zapatero y las luchas internar entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, estaba al borde de su peor fracaso electoral y hasta en proceso de desaparición como partido hegemónico en la izquierda española.

Rajoy se había convertido en un tipo molesto para Europa y para el establishment español y mundial porque el ritmo de los escándalos por currupción que afectaban a su partido era trepidante y estaba deteriorando seriamente el liderazgo y el futuro de España. El gran dinero estaba preocupado porque las encuestas vaticinaban una larga hegemonia del PP en España, un partido que se negaba a rectificar y a regenerarse y que estaba provocando fuertes movimientos de rechazo y resistencia entre los partidos de oposición, fuerzas sociales y los españoles demócratas. La escalada de la corrupción del PP estaba provocando tensiones muy peligrosas en las autonomías, en las grandes empresas y en las masas, poniéndose en peligro esa estabilidad que los países necesitan para que prosperen los negocios. La rebelión de los jubilados, que tomaron las calles, fue la gota que colmó el vaso y hizo que los grandes poderes decidieran apoyar un cambio profundo en el liderazgo de España.

Rajoy, deteriorado por tantos años de permanencia en el poder, había perdido los reflejos y no se dio cuenta de lo que se le venía encima, ni de lo peligroso que es estar sólo y quedar aislado y sin amigos en democracia. La moción de censura triunfó porque nadie estaba dispuesto a apostar por Rajoy, al que todos abandonaron, a pesar de que el político gallego utilizó una vez más dinero público para comprar los vitales votos de los nacionalistas vascos. Todos los partidos, salvo el propio PP, veían con buenos ojos la retirada de Rajoy.

La confusión nos ha hecho perder de vista que una nación es la voluntad común de unos ciudadanos de convivir juntos y en paz sobre un territorio. En los últimos años, esa voluntad común se ha debilitado porque el Pais carecía de ilusiones, metas y deseos de caminar juntos hacia el futuro.

Los que creen que el gobierno de Sánchez será efímero y que el batiburrillo diversificado que lo apoya va a dejarlo tirado en cualquier momento, pueden equivocarse porque el PP lo ha hecho tan mal en su última etapa que si Sánchez logra frenar la rebelión de los castalanes, si consigue que la economía siga creciendo, aprovechando los vientos positivos que soplan en el mundo, y si logra también tranquilizar a la crispada sociedad española, puede terminar en positivo esta legislatura y afrontar las elecciones próximas mucho más reforzado de lo que está ahora.

Rajoy, que por sus errores y desprecios a la ciudadanía, ha sido, quizás sin quererlo, el gran promotor de Podemos, de Ciudadanos y del independentismo, puede ser también el gran benefactor de Pedro Sánchez, al que está resucintando y reforzando cuando parecía encontrarse en estado agónico.

Los españoles han soportado durante muchos años la corrupción del PSOE y del PP, pero ahora parecen cansados de aguantar a ineptos en el poder, que prosperaban sin lograr éxitos y sin rendir cuentas a los ciudadanos. La gente es ahora mucho más exigente con los políticos y no admite lo que ha tenido que sufrir bajo el mandato de Mariano: promesas electorales incumplidas, no haber cambiado nada cuando tenía mayoría absoluta, una convivencia concupiscente con la corrupción, endeudamiento hasta la locura, indiferencia frente a las estafas que dañaron a cientos de miles de españoles, como las de Bankia y el Banco Popular, despilfarro y negativa a acabar con la corrupción, el abuso de poder y el insoportable grosor de un Estado que, con las autonomías convertidas en satrapías, era imposible de controlar y de financiar sin subidas injustas y desorbitadas de impuestos.

Francisco Rubiales



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