Posted on 24 enero, 2013 by juanmartorano
Si algo le ha dado sustento real al liderazgo del Comandante Chávez, ha sido su lealtad a toda prueba y a toda costa con el mandato popular de gobernar para las grandes mayorías y no para las élites económicas y políticas, nacionales y trasnacionales. Por primera vez, tenemos un Presidente que no nos ha traicionado.
El pueblo ha reconocido esa lealtad, acompañándolo en cada elección y en cada batalla política. No obstante, el pasado 10 de enero se consagró, en un gesto colectivo, una nueva cultura política sustentada en la lealtad, el 10 de enero de 2013 se produjo un viraje en la lamentable historia de traiciones pactadas, a los líderes populares más comprometidos de nuestra historia: Bolívar, Zamora, Cipriano Castro, a los jóvenes y auténticos líderes de las luchas contra la dictadura perezjimenista.
Los dirigentes de la derecha pretendieron que la historia de traición por ellos inculcada en la sociedad venezolana, se repitiera otra vez. Aprovechándose de la convalecencia fuera del país del Comandante Chávez y mediante una aviesa interpretación de nuestra Constitución Bolivariana, quisieron que se le despojara de la Presidencia de la República. Pero la respuesta digna del pueblo venezolano, de la dirección política de la revolución y de las instituciones democráticas fue la defensa del mandato popular del Presidente reelecto Hugo Chávez. La respuesta fue la Lealtad.
Cuidemos esa nueva historia que hemos comenzado a construir, sobre el valor supremo de la lealtad, una nueva cultura política que nos sirva para emprender con seguridad las próximas etapas de la Revolución Bolivariana.
Sin duda, son tiempos de revolución histórica: líderes leales a su pueblo y pueblo leal a su liderazgo auténtico. Gracias Comandante Chávez por tanta enseñanza moral a nuestro pueblo.
Finalmente, quiero excusarme por no haber publicado este artículo ayer domingo, pero viajé a La Habana, para consultar al Comandante Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, un conjunto de temas de la agenda internacional de nuestro país. Tengan la seguridad de que trasmitiré todos los amores, bendiciones y buena vibra que Uds. permanentemente le mandan, cuando nos encontramos en la calle de la Patria Venezolana.
¡Hasta la Victoria Siempre!
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