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El puente de los espías: matar a un petirrojo.

Publicado el 18 noviembre 2015 por Maresssss @cineyear
Publicado en opinamos / por / el 18 noviembre, 2015 a las 11:50 pm /

Quizás ya haga algunos años, puede que demasiados, desde que el nombre de Steven Spielberg era suficiente para generar una expectación sin límites tratase de lo que tratase la película que fuera a estrenar. Esta mañana, en las puertas del cine, el ambiente y los comentarios eran más bien acordes con el suave sol que brillaba en el centro de Madrid: «…buf, a mí Lincoln me pareció un tostón…», «…a ver con qué nos viene…la verdad que no tengo muchas expectativas…». Por el contrario, el aspecto dentro de la sala se parecía al de un estreno un viernes noche; porque no nos engañemos, Spielberg siempre será Spielberg, y aunque haga muchos años de su época dorada, su nombre es más que suficiente para congregar a un buen número de critiquillos y opinadores más o menos escépticos con la película que íbamos a ver.

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Cuando la responsable de la distribuidora me ha indicado la sala ha añadido: «dos horas y veinte». En otras circunstancias quizás me hubiese amedrentado ante tal duración; hoy en día, no abundan los títulos que se vayan más allá de las dos horas, pero si alguien puede hacerlo, y hacerlo bien, ese es Steven Spielberg. Así que he mantenido la calma, me he sentado, y ha comenzado ‘El puente de los espías’. Como no podía ser de otra manera—bueno, si podría ser, pero queda bien decirlo—, el título lo protagoniza otro peso pesado de la órbita hollywoodiense, Tom Hanks.

No cabe duda de que estos dos nombres son más que suficientes para llenar las salas de cines, relegando a la sombra a cualquier tipo de crítica poco favorable como si de un tsunami se tratase. Pero con tales nombres me gusta ser especialmente exigente, y es entonces cuando me tengo que descubrir ante el buen hacer del galardonadísimo director. ‘El puente de los espías‘ conjuga con gran talento y conocimiento el cine judicial con el de espías—a la dirección de Spielberg hay que unir el guion de los hermanos Coen…todo tope de gama—. Aunque ojo, con esto no quiero dar lugar a equívocos, la película está bien, pero, por desgracia, dista de ser una obra brillante.

Y digo por desgracia, porque no es la primera vez que pienso esto de una película de Spielberg. Nadie podrá discutir el increíble talento para hacer del cine un entretenimiento muy jugoso que posee el realizador norteamericano, en esta ocasión lo vuelve a conseguir. El tamaño de la producción no es pequeño y tanto la ambientación, como el vestuario y los decorados son de una notable factura; si a esto añadimos la facilidad que desprende Tom Hanks en su papel de abogado spielberianamente idealista e integro en sus valores, es difícil que el resultado final sea malo.

No obstante, esta historia inspirada en hechos reales, ambientada en la Guerra Fría durante los años cincuenta, da la sensación de poder haber sido mucho más de lo que al final es. Hay muchos aspectos positivos, entre los que destacan una posición menos ‘americanista’ que en otras ocasiones, en cierto modo, crítica ante el adoctrinamiento de las masas durante aquella época; pero poco a poco, ese idealismo desmedido unido a la altivez moral que siempre acaba asomando en forma de barras y estrellas, va impregnando una historia que se desarrolla con tensión y de manera armónica durante buena parte del metraje, para acabar de una manera cómoda y fácil. Parafraseando a Unamuno diré que con total seguridad ‘El puente de los espías’ vencerá —en las taquillas—, pero no convencerá—del todo, al menos—.

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