Ambientada en plena guerra fría, la película combina con gran maestría el suspense, el drama y el espionaje en un cocktail de géneros perfectamente mezclado, sabiendo mantener el interés del espectador en todo momento y en todas las parcelas.
Tom Hanks nos deleita, como es habitual en él, con una magnífica interpretación. Aunque quién de verdad se queda con la atención del espectador en esta ocasión es Mark Rylance, un auténtico desconocido para la mayor parte del gran público, nominado al Oscar por este papel con todo el merecimiento del mundo.
Sin duda, una de las mejores películas del año, que merece más reconocimiento del que se le ha dado y que extraña el hecho de que esté nominada a Mejor Película y en cambio no esté Spielberg como Mejor Director.
Cosas de la Academia...
Nota: 8/10