El sacerdote se giró sobre sí mismo y se dirigió a la multitud con solemnidad: “El heredero del Sapa Inca curará su enfermedad si se baña en el agua maravillosa que brota de la montaña misma. Para encontrar este agua tendréis que viajar largas distancias, atravesar desiertos y ver la montaña más alta que jamás hayáis visto. Cerca de este gigante de piedra encontraréis lo que buscáis.” Después de una gran travesía en la que médicos, sacerdotes y sabios acompañaban al sucesor del Inca vieron por fin las aguas de las que hablaba la profecía al otro lado de una profunda quebrada. No había manera de eludir el abismo que les separaba, así que los guerreros incas se abrazaron unos a otros para formar un puente. Tras beber del agua curadora el sucesor del inca se giró para agradecer el favor a sus guerreros pero éstos se habían convertido en piedra.
Ubicado en el departamento Las Heras al noroeste de la provincia de Mendoza, en el oeste de la Argentina. Foto: Sara Gordón
Siempre hay varias maneras de contar la misma historia pero al final cada cual elige la suya, podría haberos explicado todo el proceso por el cual las aguas termales del río Las Cuevas depositan esta armadura ferruginosa a su paso, pero cuando se conoce la verdad las leyendas son más poéticas.
Está considerado área protegida así que hoy en día no se puede pasar por el puente. Foto: Sara Gordón
En la otra orilla se encuentran todavía las ruinas de un hotel de lujo y una capilla. En el siglo XX los poderes curativos del agua se hicieron famosos nuevamente y esta vez aprovecharon su acción para construir un hotel termal de lujo. Pero hay otro fenómeno natural que caracteriza a esta zona: los aludes. En 1965 un alud destruyó por completo el hotel dejando intacta la capilla que se encontraba al lado y donde la gente se resguardó.
Al lado del puente hay cinco fuentes termales con agua de temperaturas que van desde los 33 hasta los 38 °C; las mismas se denominan: Venus, Marte, Saturno, Mercurio y Champagne. Foto: Sara Gordón
El puente del Inca se encuentra a 183 kilómetros de Mendoza y muy cerquita ya del Aconcagua a 2.700 m.s.n.m. Uno de estos lugares en la tierra únicos. En los alrededores los locales venden objetos petrificados por las aguas zulforosas del puente. ¿Cuánto tiempo diríais que hace falta para lograr este efecto? Yo respondí que muchísimo, cuatro meses por lo menos y nada más lejos, veinte días para las zapatillas y las gorras. Aunque los guerreros incas necesitaron mucho menos.
Foto: Sara Gordón
El trazado del tren Transandino que llega hasta el lugar. Foto: Sara Gordón
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