Revista Medio Ambiente

El pulgón negro de la judía

Por Pasape

Cuando aparece, forma vastas colonias a una velocidad sorprendente y cause una disminución importante de la cosecha, cuando no la muerte de la planta.

Algunos huertos son atacados y otros no, sin que haya razones manifiestas, pero el pulgón negro es indiscutiblemente un paraíso bastante frecuente en los cultivos de los aficionados. Si sus judías no han sido afectadas en los años anteriores, no hay motivos para inquietarse ni para tomar medidas. En caso contrario, es mejor prevenir y prepararse para una lucha curativa al menor indicio, vigilando asiduamente la evolución del cultivo.

PulgonNegro El pulgón negro de la judía

Conocer el parásito

Características del pulgón negro

Se trata del pulgón negro de las habas (Aphis fabae), fácilmente reconocible por su color negro ligeramente verdoso.

Tiene unos 2 mm de ancho y aparece tanto en los brotes como en los tallos e incluso en las vainas. en general, se desarrolla desde principios de mayo (o algo más pronto en las regiones cálidas), sobre todo cuando hace buen tiempo, y hasta mediados de julio.

El ciclo del pulgón negro

Los huevos de invierno eclosionan en primavera en las plantas huéspedes primarias, que son esencialmente el evónimo (Euonymus europaeus), la celinda (Philadelphus coronarius) y el sauquillo o bola de nieve (Viburnum opulus).

Varias generaciones se desarrollan en estos arbustos; desde que hace calor, el pulgón negro migra hacia los huéspedes secundarios, en este caso las habas y las judías, pero también diversas plantas cultivadas: pepino, remolacha roja y forrajera, ruibarbo y otras especies condimentarias, dalias y adormideras. Al final de la temporada, las últimas generaciones van a poner en las plantas huéspedes primarias.

Los síntomas del ataque

Los brotes y las hojas atacadas por los insectos se deforman, se enrollan y se crispan. Se produce una parada súbita e la vegetación y del alargamiento de los tallos.

Las flores no salen y las vainas ya desarrolladas se deforman. Además, el parásito secreta una melaza (sustancia pegajosa) negruzca que provoca la deformación del follaje. Un ataque masivo puede poner en dificultades toda la cosecha.

Lucha preventiva contra el pulgón negro

Aleje los huéspedes primarios

Para evitar el ataque del pulgón negro de las habas habría que eliminar totalmente de los jardines los huéspedes primarios, es decir, el evónimo, la celinda y el sauquillo. Pero sería una lástima, pues se trata de bonitos arbustos de ornamento. Por otra parte, la presencia de estas especies en los jardines vecinos, incluso a una cierta distancia, basta para “alimentar” el huerto. En todo caso, más vale alejar al máximo de estos arbustos las hileras de judías.

Tratamiento de los huéspedes

Si cultiva en su jardín una de las tres especies mencionadas, es una buena idea tratarlas desde el mes de abril con un insecticida biológico como el rotenone (o con un insecticida apropiado, por ejemplo a base de bifentrina, si utiliza productos de síntesis), a fin de eliminar las primeras generaciones de pulgones negros.

Técnicas de cultivo

Si su huerto es atacado regularmente por este parásito, realice siembras precoces bajo túnel en áreas cálidas y abrigadas, pues los ataques son menos frecuentes a principios de temporada.

Algunos jardineros practican también el despuntamiento para evitar la floración tardía -lo que al mismo tiempo contribuye a obtener bonitas vainas-. Vigile el riego, pues una parada vegetativa causada por falta de agua desencadena a menudo el ataque.

Medidas preventivas generales

Tanto para este parásito como para los demás, hay que practicar la rotación de cultivos y su fraccionamiento, evitando dedicar a las judías una superficie amplia de una sola vez. Además, no añada abonos nitrogenados en exceso, pues resultan especialmente nocivos para la fructificación.

Depredadores del pulgón negro

Para atraer a los insectos depredadores del pulgón (mariquitas de diversas especies, sírfidos, crisopas, algunas chinches), mantenga en el jardín una gran diversidad vegetal. Por otra parte, efectúe pulverizaciones foliares con purín de ortiga, que impulsa el crecimiento y refuerza la resistencia.

Lucha curativa

¡No tarde en reaccionar!

Intervenga desde los primeros ataques -manteniéndose alerta y examinando atentamente las plantas-. Si deja que el ataque se desarrolle, la erradicación de los parásitos será más difícil   Utilice los recursos clásicos de la jardinería natural, como los insecticidas biológicos o las preparaciones caseras.

Insecticidas biológicos

El rotenone y el piretro son eficaces y no tienen contraindicaciones. Por tanto, no hay que privarse de utilizarlos, sobre todo si el ataque es serio. Respete las indicaciones del fabricante y las dosis. Trate por la noche, lo más tarde posible, para no afectar a las abejas y demás insectos polinizadores.

Preparaciones caseras

La decocción o la maceración de hojas de ruibarbo da a menudo buenos resultados. Utilice también una maceración de hojas verdes y secas de tomate, ajenjo, nogal y tanaceto. La decocción o el extracto de ajo también funciona, al igual que la solución de jabón negro. Pulverice con frecuencia por la noche – no hay ningún inconveniente, pues su toxicidad es escasa-.


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