El Pulpo Paul está mejor considerado en España que Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, José Luis Astiazarán, presidente de la Liga de Fútbol Profesional y que Jaime Lissavetzky, secretario de estado para el deporte. Y se lo ha ganado a pulso, a base de comer mejillones en el pasado Mundial de Sudáfrica. Mejillones que siempre cogía de la caja española y que auguraba un camino de éxitos y victorias para el combinado nacional.
Quizá por ello, en la federación, había esperanzas de que Paul, nuestro Paul, volviera a echarnos una mano. La historia es que España quiere albergar el mundial de fútbol en 2018, y parece que la decisión no la toma la UEFA ni la FIFA, ahora recae sobre el pulpo, que al menos reconoce ser eso, un pulpo. Le han puesto los mejillonitos en la pecera y esta vez la caja española debía estar en peor estado, porque se ha decantado por Inglaterra. Viendo las declaraciones de unos y otros parece que todo está decidido.
La directora del acuario de Wevmouth (Alemania) es la menos sorprendida, porque “Paul ha pasado los últimos dos años en Alemania, pero es inglés y está encantado de dar su apoyo a Inglaterra 2018″. Normal. Eso sí, se lo ha debido de confesar en secreto y off the record a su directora, porque ningún medio ha podido recoger las declaraciones de Paul. A pesar de su fama se niega a hablar con la prensa, al menos por el momento.
En Inglaterra se han venido arriba. Uno de los embajadores de la candidatura es John Barnes, que ha considerado a Paul como “uno de los mayores nombres en el fútbol”. Este hombre se olvida que al fútbol se juega en un campo de hierba, no bajo el agua, y que la mayoría de las personas “normales” pensábamos que los nombres del fútbol eran los Messi, Villa, Guardiola, Cristiano, Robben, etc., y si hablamos de historia podemos citar a Cruyff, Pelé, Maradona, Cantoná, Beckenbauer, etc. Pero no un pulpo.
El bueno de Barnes no se ha querido quedar ahí. Paul les ha elegido y por eso ahora se ha convertido en un directivo más de Inglaterra´18, y lo ha considerado “un tremendo respaldo para la candidatura”. De verdad que nos estamos volviendo locos. Ahora las candidaturas no se respaldan con el apoyo económico de las instituciones ni las empresas privadas, no se respaldan con el apoyo de la ciudadanía. Ahora Paul y sus tentáculos deciden.
Siempre escucho aquello de que Spain is diferent, pero los ingleses no se quedan atrás. Lejos de considerar a Paul como un molusco, como un animal de acuario incluso de compañía si se quiere por no herir sensibilidades, la candidatura inglesa considera ya al pulpo de marras como un “célebre personaje”. Lo igualan a nombres como Beckham, Ferdinand, el piloto Hamilton o Noel Callagher, cantante de Oasis. Y hasta el momento, lo único que ha hecho Paul es comer mejillones, algo que, dicho sea de paso, hace a diario y sin tanto revuelo.
Da igual que el Primer Ministro británico no esté por la labor de apoyar la candidatura por el alto coste que supondría. Lo importante es que Paul está con la Federación Inglesa, y contra eso no hay nada que hacer.
Los ciudadanos de a pie tenemos mucho que agradecer, porque si se confirma el “criterio Paul” como vinculante y definitivo, nos vamos a ahorrar unos buenos dineros del erario público para sufragar candidaturas, candidatos, directivos, viajes, comidas, regalos, exposiciones… Incluso puede que a partir de ahora todo sea más fácil, y uno decida ir a las Olimpiadas no por su preparación física ni por sus últimas marcas, sino por lo que Paul decida. Incluso podemos retirarnos a tiempo de Eurovisión el próximo año y no sumar un nuevo ridículo. Quién sabe.