Cuando escuchábamos hablar de violencia solíamos pensar en el maltrato físico; pero en nuestros tiempos modernos la palabra violencia ha superado, trístemente, los parámetros sociales de épocas pasadas.
Muchas mujeres han sido víctimas de situaciones en las que las descalificaban y las humillaban moralmente ,actos que poco poco, dañaban su integridad psíquica y moral;pero muy pocas contaban con la información necesaria para comprender que estaban siendo violentadas emocionalmente y menos, del mal que esto va causando en sus hijos.
Las que no logran percibir la violencia psicológica como agresión, no significa que no vean esta forma de violencia como algo que las dañe sino que en estos casos se unen la falta de opciones legales de denuncia y el total desconocimiento del problema.
Gracias a los medios de difusión que abordan el tema, hoy en día, contamos con la información necesaria para reconocer a tiempo el rostro del abuso; pero es muy difícil enfrentarlo cuando ante la sociedad hacemos lo que “nos corresponde’’ y cuando habla el hombre hay que callar.
Frente a estas situaciones la frustración y la vergüenza son obstáculos que impiden pedir ayuda. La sensación de habernos fallado a nosotras mismas y el desconocimiento total de lo que estamos viviendo, muestra una imagen de debilidad que queremos esconder;pero lo cierto es, que todas salimos al mundo con un esquema de mujer estructurado desde la infancia, aprendido en nuestra primera escuela: el hogar. Observando la cruel manipulación que ejercen algunos hombres ante la necesidad femenina de ver el hogar como el centro del mundo.
Estas agresiones verbales suelen suceder de forma tan natural y volverse algo tan común ,que no alcanzamos a anticipar la magnitud de todo lo que será destruido cuando estalle la bomba y la onda expansiva rompa los límites hogareños.
En el medio familiar encontraremos las respuestas a tantos males que acarrean hoy en día a la sociedad; reflejo de la mala conducta de muchos jóvenes y adolescentes procedentes de hogares donde existe maltrato o violencia psicológica .
Esta primera escuela es la base sobre la cual contruirán su propio hogar y donde formarán su carácter.Amemos a nuestros hijos brindándoles un entorno donde prima el respeto antes que todo.
Someterte al abuso de cualquier índole te convierte en una persona mutilada emocionalmente; pero al someter a tus hijos a esas escenas traumáticas ,estas garantizando que este capítulo gris en tu vida dé paso a otras tristes historias .
Siéntete capaz de enfrentar la vida creyendo que cuentas con la capacidad para salir adelante. Convencida plenamente del papel que juegas siendo parte y miembro de una sociedad donde debes imponer y exponer tus derechos a traves de lo que haces y cómo lo haces; logrando ser respetada en el ámbito profesional y familiar.
Muéstrate como ejemplo ante tus hijos y ante tantas jóvenes que requieren cambiar el curso de estas costumbres aprendidas. Siembra en este presente la mujer del futuro, legando a las próximas generaciones una nueva cosecha y una sociedad menos violenta.