Según Antonio de Guindos, coordinador general de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, a escala mundial se ha producido una eclosión donde aparece la idea de que la actuación actual puede llevarnos a un entorno no agradable. Las sociedades se han ido concienciando de la importancia de preservar el medio ambiente y se ha producido en los últimos años un cambio normativo encaminado a protegerlo.
Juan Carlos Mampaso, director de Sigre, ha subrayado que hay un impacto medioambiental si hay una incorrecta gestión de los medicamentos y de sus residuos. En ese sentido, los medicamentos se encuentran dentro de los denominados “contaminantes orgánicos emergentes”. Sigre está muy preocupado por la Responsabilidad Social Corporativa. Intenta dar ejemplo dentro del sector.
“Sigre se conoce como Punto Sigre, donde se recogen los residuos de medicamentos. Somos un Sistema Integrado de Gestión (SIG) y una entidad sin ánimo de lucro”, ha informado Mampaso. Ha destacado que Punto Sigre “evita riesgos medioambientales” y “aprovecha la faceta sanitaria, fomentando el uso responsable de los medicamentos”. Este binomio medio ambiente-salud ha calado en el ciudadano. La oficina de farmacia en el Punto Sigre es una pieza clave. Es muy importante el papel del farmacéutico en Sigre, porque el ciudadano confía en él y porque así se amplía su faceta con la labor medioambiental. Casi un 90% de la población considera que los residuos de los medicamentos perjudican el medioambiente y que hay que darles un tratamiento adecuado.
Por otro lado, la farmacia es un elemento clave desde el que se puede hacer promoción de la salud. José María Ordóñez, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, ha recordado que el abordaje de las enfermedades tiene un doble pilar, el de cuidar enfermos y el de la prevención de la enfermedad y la protección de la salud. Ahora, las pautas en estrategias de salud pública vienen marcadas por Europa. El Ministerio de Sanidad tiene una función coordinadora, porque la potestad está en las comunidades autónomas.
Tal y como ha comentado Ordóñez, la Ley General 33/2011, de 4 de octubre, de Salud Pública, hace que se abran “nuevos horizontes de oportunidades” para las farmacias. Ha reclamado “un papel estelar” por parte de los colegios de farmacéuticos en la estrategia de la salud pública. Ha glosado que hay acciones de salud pública que parten directamente de las oficinas de farmacia y otras que las realizan a instancia de las autoridades públicas. Sus conclusiones han sido que “la Administración no puede prescindir de un profesional como el farmacéutico”, que “la farmacia puede jugar un papel relevante en la salud pública” y que “el farmacéutico debe recuperar su imagen social al respecto”.
En último lugar, Pilar Riaza, gerente de Calidad y RSC del COF de Madrid, ha tratado las iniciativas sociales que se pueden aplicar desde la farmacia. Ha considerado que la Responsabilidad Social Corporativa, que no es una estrategia de marketing, genera valor en la oficina de farmacia porque implica innovación, transparencia, eficiencia, rentabilidad, desarrollo sostenible, confianza y una creciente reputación social.
Todas las oficinas de farmacia hacen Responsabilidad Social Corporativa, ya que “hacen mucho desde el punto de vista social”. En ellas se hacen promociones de fomento de la salud y de la prevención, entre otras acciones. De acuerdo con datos de Riaza, las oficinas de farmacia realizan 182 millones de acciones al año. Tres de las campañas más destacables que se han hecho promovidas por el COF de Madrid son: “Dona tu móvil”, “Proyecto de enfermedades raras sumamos todos” y “Ayuda a Haití”.
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