el quagga
Tenía un pelaje pardo rojizo, liso en el lomo y cuartos traseros, con rayas negras en cara, cuello, costados y crines, con patas blancas. Era una subespecie de la cebra y habitaba en Sudáfrica. Medía dos metros y medio de largo y no llegaba al metro cuarenta de alto. Su grito era algo así como “Kwa-ha-ha” de donde provino el nombre con que lo conocieron los nativos: quagga.
En los tiempos colonialistas, su carne fue muy buscada para alimentar a los peones hotentotes que trabajaban en los campos sudafricanos; su piel, además, se usaba en la confección de sacos. Se usaron como bestias de tiro (en muchos casos, previa castración, para aplacar su temperamento) y como guardianes del ganado, porque atacaban a los intrusos.
Ya en 1840, el Mayor Sir William Cornwallis Harris escribió que “el ámbito geográfico del quagga parece no extenderse más allá del río Vaal. El animal era antiguamente muy común en la colonia; pero desapareció con el avance de la civilización, y ahora se lo encuentra en muy reducido número, sólo en la frontera”. Para 1878, había desaparecido el último ejemplar en estado salvaje.
El quagga sobrevivía en los zoológicos europeos. Pero el paso del tiempo, también fue implacable con ellos. En 1871 murió el ejemplar que residía en el zoológico de París; en 1872, el de Londres; en 1875, el de Berlín. El 12 de agosto de 1883 falleció una hembra del zoológico de Amsterdam: el último quagga que vivía en el mundo. Con ella se fue la especie para siempre.
La foto que encabeza este post pertenece al ejemplar del huésped londinense.
Cueros, tejidos, esqueletos de algunos quaggas persisten como reliquias de su paso por el planeta.
Al persistir material genético de algunos ejemplares, podemos soñar con una eventual clonación futura que reviva a la especie. Pero, desde 1987, en el Parque Nacional Etosha de Namibia, se lleva a cabo un intento de recuperar a estos animales, cruzando cebras de planicie para lograr ejemplares con las características físicas similares a las del quagga original. El proyecto presentó los primeros individuos similares al quagga pero que no dejan de ser cebras, con un ADN distinto al de la especie extinta.
En los hechos, el quagga es hoy, apenas un tenue recuerdo.
FUENTES:
El artículo en Wikipedia en español:
http://es.wikipedia.org/wiki/Equus_quagga_quagga
y en inglés:
http://en.wikipedia.org/wiki/Quagga
El sitio del Proyecto Quagga:
http://www.quaggaproject.org