Revista Opinión

El quehacer humano transforma, moldea y crea 'el mundo'

Publicado el 25 abril 2010 por Gonzalo

 

Cada generación crece sobre los hombros de las anteriores. Así es como la humanidad transforma la naturaleza y se crea un “mundo“. A partir del mundo heredado de las generaciones anteriores, lo modifica con una práctica añadida y, modificándola, modifica también sus aptitudes de homo faber. Pero éste no sólo se modifica a sí mismo en sus disposiciones activas o transformadoras, sino también en las pasivas o receptivas. Cuando aprende a cocer carne, aprende también a comer carne cocida; descubre en su interior primero el gusto y luego la necesidad de carne cocida, a medida que descubre en ella las ventajas nutritivas y el placer gustativo que proporciona.

 

Los actos más elementales que hacen posible la ingestión de un fruto silvestre (tomarlo del árbol, por ejemplo) son la forma más elemental de producción, como lo son los actos que cualquier animal hace para alimentarse.La producción se vuelve específicamente humana cuando intervienen el conocimiento, la valoración y la intencionalidad consciente, así como una manipulación transformadora que puede alcanzar una gran complejidad. En estos procesos el ser humano se libera del determinismo de los impulsos innatos y de las limitaciones del entorno ecológico natural.

 

Pero el consumo implica también “producción” en el sujeto. El sujeto humano no tiene un repertorio fijo e inalterable de pulsiones y apetencias, sino una estructura pulsional plástica que se modifica no sólo por adaptación natural a las determinaciones externas, como los demás animales, sino también por intervención adaptativa humana. El ser humano se hace a sí mismo, no sólo como ser práctico y técnico que modifica el entorno exterior, sino también como ser de deseos, apetencias y necesidades que se transforman por la acción humana.

 

fuente: MEJOR CON MENOS, Necesidades, explosión consumista y crisis ecológica.   (Joaquim Sempere)


Volver a la Portada de Logo Paperblog