Revista Cocina

El queso ¿es un alimento saludable o no?

Por Mamucer @MarinaMunozC

El queso ¿es un alimento saludable o no?

– Marina Muñoz Cervera –

El queso es un lácteo cargado de grasas y sodio, entre otras sustancias.

Es un alimento procesado que se conoce desde hace muchos años. Su aporte de calcio y proteínas lo ha situado, erróneamente, como un producto necesario en nuestra alimentación.

Sin embargo ¿realmente lo es?

Algunos problemas que encontramos en el queso.

La fabricación del queso supuso un gran avance en la conservación de los lácteos, ya que gracias a su existencia, se podían obtener parecidos beneficios a la leche durante más tiempo, debido a su prolongado tiempo de conservación.

El primer problema que nos surge es que la durabilidad del queso se consigue, en parte, gracias a la adición de sal, transformándose en un lácteo con mucho sodio y de sabor salado.

El segundo problema radica en que la mayor parte de las calorías del queso proceden de la grasas saturadas que contiene (aproximadamente un 70%), por tanto es un alimento altamente calórico.

El tercer problema es que el queso contiene colesterol, en cantidad variable. Por ejemplo, un queso curado puede contener más de 70 mg de colesterol cada 100 gramos, mientras que el queso de bola aporta más de 100 mg de esta sustancia en 100 gramos.

Pero aún hay más sobre el queso¡

La digestión de la caseína que contiene, induce la formación de una sustancias que se incluyen dentro de la familia de los opiáceos, llamadas “casomorfinas”, que se unen en nuestro cerebro a los mismos receptores que la morfina.

Pequeñas cantidad de opiáceos pueden provocar adicción y, en este caso, al queso.

La mencionada adicción se vería acentuada por su alto contenido en grasa y sodio.

Sin embargo, otros estudios (*) consideran la producción de péptidos opiáceos (ß-casomorfinas) como un aspecto beneficioso del queso y los lácteos en general, porque reducen la motilidad intestinal, a través de la relajación de la musculatura lisa, favoreciendo el transporte de los electrolitos.

Y no podemos olvidar que el queso, además de lo anteriormente mencionado, contiene mucho calcio, magnesio, vitamina A, vitaminas del grupo B, entre ellas B12.

¿Qué pasa si comemos mucho queso?

Como ocurre con todos los alimentos, una pequeña cantidad de queso al día no nos produce ningún efecto a corto ni a largo plazo.
Sin embargo, en cantidades superiores, para algunos autores el queso responsable de:

– Hipercolesterolemia.
– Hipertensión arterial.
– Diabetes.
– Enfermedades autoinmunes.

Tenemos que incluir dentro de la lista anterior, el sobrepeso y la obesidad, ya que debido a su elevado nivel calórico por su exceso de grasas, se acumula en forma de depósitos grasos.

Además, fomenta la arterioesclerosis, debido al depósito de las grasas en nuestras arterias.

Encontramos este alimento en multitud de recetas, incluso como ingrediente que suele añadirse a las verduras cocinadas para transformarlas en más apetitosas.

El mayor problema que encontramos en el queso es que, habitualmente, pensamos que es muy sano y, por tanto, no nos preocupamos de su consumo.

El consumo saludable del queso.

Debido a las principales características nutricionales, ya descritas, y en un mundo como el actual, en el que aporte proteico no depende únicamente de los lácteos, deberíamos basarnos en las recomendaciones de la OMS que nos dicen que nuestro consumo de grasas saturadas no debe sobrepasar el 10% del total calórico y que nuestra ingesta de sal, no debe ser superior a 5 gramos al día.

Por tanto, el consumo de queso depende de nuestro entorno alimentario y de la existencia o no de enfermedades cardiovasculares y autoinmunes.

Si comemos bastantes alimentos ultraprocesados, que son ricos en sodio y grasas, el queso aumenta nuestro riesgo cardiovascular aún más.

Sin embargo, si nuestra alimentación es saludable, contiene muy poco ultraprocesados y predominan los productos naturales, un poco de queso de forma esporádica no nos hace ningún daño.

Una persona que ya tiene el colesterol alto y/o la tensión alta, debería cuidar muchísimo su consumo de queso y, en realidad debería suprimirlo de su alimentación.

Para concluir esta entrada, solo comentaros que el queso no es necesario. Podemos prescindir del mismo perfectamente. ya que otros alimentos nos aportan calcio y proteínas. Pero sí puede ser dañino a largo plazo, si no tenemos en cuenta su composición nutricional y lo comemos sin medida.

Y respondiendo a la pregunta que titula esta entrada: El queso ¿es o no saludable? El que sea saludable o no depende de la cantidad de queso que se coma, del entorno alimentario de la persona que lo consume y de su idiosincrasia. Es decir, para unas personas puede ser saludable, dentro de una alimentación equilibrada, y para otras no.

Entrada relacionada:

Cómo podemos sustituir al queso parmesano.

Fuentes:

– Revista Integral nº 465 “La trampa del queso: Vivir si queso ayuda a perder peso y ganar energía y salud”. Textos de Neal D. Barnard. Ed. Primo Tempo, S.L. Barcelona.
– (*) Rodríguez-Hernández Gabriela, Rentería-Monterrubio Ana Luisa, Rodríguez-Figueroa José Carlos, Chávez-Martínez América. Biopéptidos en la leche y sus derivados: funcionamiento y beneficios a la salud. Ecosistemas y recur. agropecuarios [revista en Internet]. 2014 Ago [citado 2018 Sep 20] ; 1(3): 281-294. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-90282014000300008&lng=es.

Imagen:

http://www.lacucanyaportsitges.es/img/los-mejores-10-tipos-de-queso-419.jpg


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