Sinopsis Editorial:
En la desinhibida sociedad inglesa de finales de la década de 1960, Harriet y David Lovatt, una pareja de clase media-alta, tienen que enfrentarse a una situación terrible. Su día a día se vuelve oscuro y desagradable, hasta tomar tintes casi apocalípticos.
La reservada alegría de los Lovatt y su visión del mundo como un lugar benigno han sido sacudidas por el nacimiento de su quinto hijo, Ben, monstruoso en apariencia, anormalmente fuerte, egoísta, hambriento, bestial.
No soy capaz de recordar en cuál de las novelas que leí el año pasado aparecía mencionado este libro, pero me llamó tanto la atención que cuando busqué un poco más de información, me animé a comprarlo, además, nunca había leído a Doris Lessing y me pareció una buena oportunidad para hacerlo.
Confieso que ha sido una lectura muy peculiar e inquietante, la verdad. Es una novela sencilla de leer y que aborda la maternidad y paternidad de un modo bastante particular a través de los Lovatt (David y Harriet), un matrimonio convencidísimo, desde prácticamente el momento en que se conocen, de que formarán una gran familia. Ellos quieren tener hijos y más hijos, pero eso sí, no se paran mucho a pensar en lo que económicamente eso conlleva y para alojar a su futura prole se compran una casa enorme cuya hipoteca tampoco pueden asumir, menos mal que el padre de David no pone pegas a nada y tira de talonario continuamente.
La verdad es que al principio todo va bastante bien, los hijos van naciendo, las visitas y reuniones familiares con abuelos, tíos y primos son varias a lo largo de los años, que para eso tienen una casa que parece un hotel, pero justo cuando parece que se quieren tomar un descanso tras su cuarto hijo, Harriet se queda de nuevo embarazada, aunque esta vez todo será diferente. Sus embarazos de Luke, Helen, Jane y Paul, fueron normales, pero con Ben, el quinto hijo, todo será distinto desde las entrañas de su madre.
No quiero entrar en más detalles, porque creo que es una novela que dependiendo si eres padre, madre o no lo eres, la verás de un modo u otro, pero realmente deja un pelín de mal cuerpo, porque al final no te queda realmente claro si Ben es un niño tan malo como lo pintan o simplemente lo que sienten es que con este niño tan diferente al resto, su sueño de perfecta felicidad se ha ido al traste y en el fondo es lo que les duele. Como le dicen en una de las consultas a las que Harriet lleva a Ben...
No podemos elegir lo que nos saldrá en la lotería... y eso es tener un hijo. Por suerte o por desgracia, no podemos elegir.»
Doris Lessing
Fotografía de DeBolsillo
Es una novela bastante corta, no tiene división de capítulos y se lee con facilidad, pero quizás esperaba otro tipo de final, algo más concreto, más cerrado, no sé. Me ha resultado un libro muy interesante y en algún momento perturbador y es más que probable que dependiendo de si eres padre o madre (de las abnegadas o de las más desapegadas) o no tengas hijos, lo veas con unos ojos u otros.