El pasado mes de mayo se falló el Gran Angular en catalán de la Fundación SM y el premio recayó en Pasqual Alapont y su novela El racò de Penèlope (que sería algo así como El rincón de Penélope). Aunque es un libro que sólo se puede encontrar en las librerías catalanas (por ahora) no he querido desaprovechar la oportunidad de hablaros de él, porque vale mucho la pena.
Zinc Peris es un adolescente inmaduro, y maniático, incapaz de aguantar la mirada de una chica sin que le tiemblen las piernas. Su vida cambia radicalmente cuando su familia se traslada de Valencia al Perelló (Tarragona), un pueblo costero donde sus padres han decidido abrir un restaurante. El cocinero que la familia contrata es un hombre muy enigmático al que Zinc irá conociendo poco a poco y se convertirá en su guía, enseñándole las verdades esenciales de la vida, y otras cosas más prácticas.
“- Lee esto, te irá bien.
- ¿La Odisea? Pero si ya lo he leído.
- Un cómic de veinte páginas de La Odisea no es La Odisea.
- Pero si ya sé como acaba. El tío se queda con la chica, no? La Lupe.
- Penélope.
- Eso, Penélope. ¿Que más hay que saber? Chico conoce chica, pierde la chica, recupera la chica y se ha acabado. El argumento está muy gastado.”
Traducción realizada por una servidora.
La llegada de Àlex, el cocinero que sus padres contratan para el restaurante, es como un torbellino que revoluciona la vida de los Peris, sobre todo de Zinc. Fijaros bien si llega a ser importante que bautizan al restaurante como “El rincón de Penélope” en homenaje a la Penélope de La Odisea, libro al que animará a leer a Zinc para que a partir de sus páginas conozca el sentido de la vida.
Pasqual Alapont tiene un estilo informal y directo que en boca de Zinc sabe como transmitir los pensamientos de un adolescente. Realmente ha sido muy curioso ver como ha relacionado La Odisea con la vida del protagonista. Cuanto más avanza la historia y las vivencias de Zinc más paralelismos encontramos, puesto que el autor juega con ello para explicarnos el proceso de crecimiento del adolescente, eso sí, con mucho humor. Me he reído con las ocurrencias de Zinc ya que es un chico de lo más peculiar. Se encuentra en esa edad en que su objetivo principal son las chicas, pero el pobre no tiene ni idea de cómo dirigirse a ellas. Después del chasco que se llevó con la última, ve la idea de trasladarse a otro lugar como una nueva oportunidad de ser un un Zinc diferente. ¿Lo conseguirá?
No sólo le enseñará Àlex las verdades esenciales de la vida sino que le mostrará un mundo en el que Zinc no se veía, la restauración. Poco más puedo decir sin desvelar nada importante porque se trata de un libro con una historia muy corta (apenas llega a las 200 páginas) y que se lee en un suspiro pero me voy a permitir contaros que además de las anécdotas de Zinc, las vivencias en el restaurante y de su familia en general, Àlex es un personaje digno de decir un par de palabras más. Será él el encargado de darle la historia un aire más serio puesto que la amistad entre él y Zinc será importante para la trama, además desde el principio evoca misterio y marcará un final lleno de sorpresas y giros inesperados que no me vi venir.
Aunque se trata de una novela destinada a lectores jóvenes cualquiera que quiera pasar un rato entretenido y divertido puede encontrarlo en El racó de Penèlope. La historia queda bien cerrada pero no me importaría nada saber más sobre Zinc Peris.
Primeras páginas
Pasqual Alapont (Valencia, 1963) es licenciado en geografía e historia. Ha publicado una treintena de libros entre obras infantiles, juveniles, traducciones, novelas y obras de teatro entre las que se encuentran L'ovella negra, L'infern de Marta, Plens de ràbia y En la línia dels tres punts. En la colección Gran Angular ha publicado Quin sidral de campament!
- G*Juvenil Adulto – E*Cruïlla -
publicado el 28 enero a las 11:18
Felicitar Pasqual Alapont pel seu racó. Un restaurant que val la pena!