Revista Mundo animal

El raposu

Por Davidalvarez
Los raposos (Vulpes vulpes) son junto a los lobos (Canis lupus) las dos únicas especies de cánidos salvajes que viven en la Península Ibérica. Normalmente tienen hábitos crepusculares y no suelen mostrarse a plena luz del día y basta con que nos vean o nos huelan para que salgan corriendo en dirección opuesta como alma que lleva el diablo. Y hacen bien, no se pueden fiar de nosotros porque al igual que ocurre con los lobos, los hemos perseguido desde siempre y considerado alimañas porque en su dieta incluyen a muchos de los animales que los humanos criamos para nuestro consumo.
El raposu
Mientras que los lobos son cazadores sociales que prefieren presas de gran tamaño, los raposos son cazadores solitarios que cazan presas pequeñas. Siempre se asociaron a la astucia y la picardía, quizas por su habilidad para colarse de noche en corripas y gallineros y llevarse una gallina entre los dientes sin que nadie se diera cuenta hasta la mañana siguiente.
El raposu
Lo que no podemos negar es que se trata de un animal precioso, y pocas veces nos podemos encontrar con uno cara a cara, como me ocurrió hace unas semanas en Monfragüe, y poder cruzar la mirada con él y mirarle al fondo de sus ojos mientras él miraba el fondo de los míos.
El raposu
El raposu
El raposu
Mientras escribía estas líneas recordé una entrada de hace tiempo en el estupendo blog de Bernardo Busto. En ella contaba como un raposu había aprovechado un descuido suyo para matarle unas pitas pintas que tenía en su casa por el puro placer de verlas. Me costó encontrar esa entrada, pero al final apareció y os recomiendo que la leáis porque quizas si todos pensáramos como él las cosas serían muy distintas. Casualmente la entrada se titulaba exactamente igual que la que hace poco tiempo puse en este blog sobre la la serpiente y las golondrinas: una historia de buenos y malos, una de tantas.

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