EL RAPTO DE PROSERPINA
Un crimen, sí,
si de algo ha pecado un alma como la mía,
es por ignorar que conmigo podría morir la primavera.
El verso no conoce el sabor de la coherencia.
Por esquivar a la voz del viento,
que con eternidad
persiste en empujarme hacia la noche estrellada,
donde no hay cabida para más sueños
y dejar que sean mis días los que se estrellen
sobre mojado.
En mi mar de arado,
Es lento el surco de mi orilla.
De tanto observar al cielo
se me olvidó el aroma del suelo
y provoqué que la tristeza
secara los campos,
incluso el cielo,
que bebió su llanto
para no empapar
Es un crimen, sí,
no entender el lenguaje de mis sábanas
y no leer que con el vuelo
todo lo llevo conmigo,
lo que amo...
y lo que ignoro.
Soy raptada sí,
pero, ¿de que vida?
de pasar mis horas entre flores y ninfas.
Me llaman reina,
pero, ¿de qué mundo?
No dispongo de reino sobre la tierra.
Desconozco el sentido del arraigo.
Sólo existe un vínculo,que es superior a mi propia razón.Sí, del amor hablo,tan precioso, tan únicoy frágil,como la suave brisa que envuelve el aleteo de un pájaro.
Beatriz CáceresEscritor y poeta.