Uno de los subgéneros de la novela romántica que más disfruto es sin duda del suspense romántico. No hay nada mejor que disfrutar de una buena historia de amor mezclada con la adrenalina y la tensión de un buen caso de misterio. Este mes aterriza en España Laura Griffin una autora de suspense romántico afincada en Austin y que con este, su tercer libro, ha cosechado numerosos éxitos. Fiona Glass es lo que se conoce como artista forense. Se encarga de hacer los retratos de posibles asesinos o secuestradores a raíz de hablar con los testigos de los delitos. Pero su especialidad es trabajar con niños y mujeres. Aquello más sensibles, vulnerables y temerosos son la perdición de Fiona. Pero tanta presión, tantas vivencias horrorosas la han dejado muy marcada y necesita un descanso. Fiona ha decidido retirarse con casi treinta años y dedicarse a pintar cuadros. Todo hasta que aparecen dos nuevos casos en su camino a los que no puede dar la espalda. El primer caso es de Shelbi, una niña de diez años secuestrada delante de su hermano pequeño. Un niño profundamente asustado que se niega a hablar de lo sucedido. Por otro lado un insistente inspector de la policía de Texas no para de ponerse en contacto con ella pero que ayude en un caso de secuestro, violación y brutales asesinatos de chicas hispanas. La implicación emocional de Fiona en ambos casos será muy importante. Pero no sólo a nivel laboral ya que la relación con Jack es cada vez más intensa. A pesar de tener la norma de no salir con policías - tras una mala experiencia - Fiona no puede evitar sentirse atraída en todos los campos por ese hombre. Con todo esto entenderéis que El rastro del miedo tiene todos los ingredientes de un buen suspense romántico. A pesar de lo que creí en un primer momento cuando Fiona se involucra en el caso de Texas el caso de la niña secuestrada no se olvida. Sigue su desarrollo a lo largo de la historia. Para mí el principal ingrediente de la novela es sin duda el asesino en serie que ataca a mujeres jóvenes hispanas. La relación romántica queda en un segundo plano aunque latente. Tampoco en ella vais a encontrar una relación sumamente apasionada y amorosa, ambos son personajes serios y muy volcados en su trabajo que no se dejan llevar fácilmente por sus emociones. Aunque cuando finalmente lo hacen será de forma explosiva. A lo largo de toda la novela se irá descubriendo el porqué Fiona es así. Distante en ocasiones, a la defensiva y protectora sobre todo con las mujeres y niños. Cree que su oficio es salvar a las víctimas y se toma como un fracaso personal el no poder hacerlo. Como digo la autora nos irá dejando pequeños retazos de lo que pudo suceder, al final sólo nos queda claro que tuvo que ver con su hermana Courtney. Las relaciones familiares de las hermanas Glass son una incógnita, la autora pasa muy de puntillas en ese aspecto. El rastro del miedo es una buena novela dentro de su género. ¿Lo mejor? es sumamente adictiva. Me he encontrado con un libro de esos de "sólo un capítulo más" hasta que te das cuenta que lo has terminado. ¿Algo malo? para ser una novela redonda necesitaba un poco más de acción en la trama de misterio, esta explota toda al final, me hubiese gustado que mantuviera ese estilo toda la novela. En cuanto a la relación de amor no tengo pegas, estoy acostumbrada a que la parte de suspense pese más y para mí esto no es un inconveniente.
En resumen. Lectura ideal para las amantes del suspense romántico. Una novela que si bien podría haber dado más está muy bien dentro de su género. Engancha, tiene buenos ingredientes de misterio, relación de amor aceptable y sobre todo ese misterio sobre el pasado de las hermanas Glass que queda en el aire. Ahora sólo queda que Phoebe se anime pronto con Whisper os Warning, historia de la Courtney en la que, seguro, saldrá todo a la luz.