En algunas ocasiones las personas de avanzada edad o en situación de dependencia rechazan la instalación de los dispositivos de teleasistencia en sus hogares al considerarse que son personas autosuficientes y que no necesitan este servicio. Es labor de los servicios sociales de cada localidad concienciar a estas personas de la conveniencia de la instalación en sus hogares de la teleasistencia debido a que esta pequeña ayuda tecnológica puede aumentar sustancialmente su calidad de vida.
La Voz de Galicia informó esta semana de una persona mayor que murió en A Coruña después de haber sufrido una caída en casa y tras no poder avisar a nadie murió al llegar al hospital. En Galicia según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) hay 114.856 personas que superan los 65 años y viven solas en sus residencias habituales.
Actualmente el servicio de teleasistencia que presta la Xunta en colaboración con Cruz Roja cuenta con 4.500 usuarios pero en muchos casos, las personas mayores rechazan la colaboración institucional y la instalación de la teleasistencia ya que estas personas se consideran autosuficientes y defienden que ese tipo de servicios no les hacen falta.
Esta problemática es muy común sobre todo, en ámbitos rurales donde se confía más en la ayuda vecinal. A estas personas acostumbradas a una vida muy dura y en soledad, les cuesta reconocer que precisan de la ayuda de terceros y desconfían de la tecnología. Sin embargo, son estos mismos usuarios los que con posterioridad más positivamente valoran el servicio y más lo agradecen.
Revista Salud y Bienestar
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