Leo que el nivel de la deuda tomada por los inversores con la garantía de sus acciones ha alcanzado nuevos records, como pasó antes de las crisis bursátiles de 2000 y 2008. Aunque la mayoría de analistas son optimistas respecto a la evolución de la bolsa en 2021, gracias a los enormes estímulos monetarios y fiscales, todo me hace pensar que no estamos tan lejos de una nueva crisis bursátil, que no esperará a que los estímulos desparezcan, sino que surgirá de repente cuando menos nos lo pensemos.
Yo trataré de invertir de manera muy prudente en 2021, por si acaso.