Se ha dicho hasta la saciedad que la aparición de las descargas digitales de música significaban la defunción de las tiendas de discos tradicionales. Pues no. No todo son malas noticias en la industria. Michael Kurz, uno de los creadores del Record Store Day, asegura que las tiendas de disco están en un perfecto estado de salud.
El Record Store Day ha tenido lugar este sábado 20 de abril, especialmente en el mundo anglosajón, aunque tímidamente empieza a instalarse en todos los países del mundo, incluido España. El Record Store Day es un invento en el mejor sentido de la palabra. Nació en 2008, fruto de la iniciativa de una agrupación de tiendas de discos, con el objeto de celebrar la cultura musical. La idea era ofrecer discos exclusivos, que sólo podrían comprarse ese día, en las tiendas participantes.
Pese a los obstáculos iniciales, la idea salió adelante (apoyada en su primera edición por Metallica), y ha crecido cada año, de forma que seis ediciones después ya podemos hablar de fenómeno dentro de la industria, tanto por ventas como por repercusión. Los ingresos obtenidos por la industria de los lanzamientos exclusivos para el Record Store Day equivalen hoy a 7 millones de dólares.
Todo esto ha ido en paralelo a otra "anomalía" de la industria, el incremento del mercado del vinilo. En 2012, las ventas de discos en vinilo batieron un récord por quinto año consecutivo en EE.UU: 4,6 millones de unidades.
El Record Store Day ha derribado tópicos, como el que dice que para vender hay que ofrecer algo barato y cómodo
Para Michael Kurz, la cosa está muy clara. La prensa lleva años dando una imagen distorsionada de la situación del sector tradicional de venta de discos, cuando ellos experimentan una realidad muy distinta: "hemos estado creciendo, ganado nuevos clientes y abriendo nuevas tiendas". Fue una de las razones por la que se decidieron a buscar soluciones como el Record Store Day; conseguir que los medios hablasen de los vendedores independientes de discos de forma positiva.
Y seis años después se ha demostrado que algunos de los tópicos de la era digital no son ciertos. Como el que dice que para vender y sobrevivir hay que ofrecer algo cómodo y barato para el cliente. "El Record Store Day no tiene nada de cómodo, es una anomalía" dice Kurz. "Pero es como ir a un festival; a la gente le gustar ir y escuchar música con otros fans, a pesar de que hay que hacer colas".
El Record Store Day y los productos exclusivos que ofrece han demostrado ser ideales para el fan de la música que busca algo más que una simple descarga digital. En cualquier coleccionista hay una parte de fetichismo, que busca toccar y sentir la portada del disco, el libreto con las letras, el placer de ver, tocar y escuchar un vinilo. Las marcas ya han tomado nota del tirón del Record Store Day. En EE.UU., la marca de cerveza Beck's ha decidido patrocinar el evento y vincular su nombre a este fenómeno en crecimiento.
Este 2013, artistas como The Black Keys, Tame Impala, Garbage, Pulp o Dry The River han ofrecido lanzamientos exclusivos en vinilo (o en el caso de MGMT en cassette, otro nicho que también crece).