Que pensaran en mí para materializar el día más importante de una niña, me hizo mucha ilusión.
Además, quiero aclarar que no era un encargo cualquiera, sino un recordatorio personalizado. Recalco 'personalizado' (hecho expresamente para la persona) porque se utiliza el término muy a la ligera y no consiste en añadir nombre, lugar y fecha a una imagen pre-diseñada que más o menos se le parezca... Personalizar implica partir de cero o tener una idea en mente con el fín de materializarla en una ilustraciónhecha a medida. Eso fue lo que hicimos.
Después de investigar el saturado mercado de los recordatorios, llegué a la conclusión de que Alba tenía que verse de cuerpo entero.Propuesta original y clave de color
En base a esta premisa, propuse una tarjeta tamaño sobre comercial para aprovechar la verticalidad del formato. Sacrificamos el típico recordatorio 'ventana' por uno simple pero a doble cara donde podía verse a la niña tanto por delante, anverso, como por detrás, reverso.Dibujo detallado a lápiz
Esta idea les gustó tanto que me dieron carta blanca para ilustrar a la niña únicamente acompañada de su fiel perrito Pumuky.Por su parte, Alicia, la madre, me facilitó todas las imágenes del día de la prueba del vestido.
No sólo pude reproducir con la máxima fidelidad posible el espectacular conjunto de reminiscencias ibicencas de Charo Ruiz,sino que además elegí esta pose. Me pareció mucho más graciosa y acorde, que la planteada en el esbozo inicial.
En cuanto a la clave de color, usé tonos ocres (en el tocado y en el perrito) y violeta/lila para simular las sombras del vestido blanco.
Diferentes etapas del proceso manual de color con acrílicos
A partir de las dos ilustraciones originales de Alba, vista por delante y de espaldas, diseñé las dos caras del recordatorio de comunión. Yo misma elegí un papel verjurado blanco roto de 300 gr. para los 50 recordatorios y un papel Canson blanco de menor gramaje, 185 gr, para las 100 etiquetas troqueladas en forma de galletaLa comunión fue, ya lo adelanto, una preciosidad.
Alba tomó la Primera Comunión el pasado 21 de mayo en la Iglesia La Puríssima de Sabadell. Como ya he comentado antes, acertó de pleno con el modelo de Charo Ruiz pues es un diseño muy poco visto en vestidos de Primera Comunión. Completando el look ibicenco de la firma, Alba se calzó unas "espardeñas" (alpargatas catalanas) que sorprendieron a más de uno. El resultado quedó así de bien:
¿Qué te ha parecido este recordatorio? ¿Te atreverías a ceder todo el protagonismo a tu hijo/a como hizo Alicia? A mí me ha encantado darle vida en mi propio estilo y sé que la imagen de Alba gustó muchísimo, tanto que no sólo la incluyeron en el álbum de fotos, sino incluso en un cojín.Y también me consta que enmarcaron las dos ilustraciones originales que les regalé.Nuevamente doy las gracias a Alicia por confiar en mi trabajo y por tener más paciencia que una santa (ella ya sabe a qué me refiero).A la vista está que Alba celebró el día más importante de su vida, hasta el momento, junto a sus seres más queridos.
Si te ha gustado y deseas diferenciarte con una ilustración personalizada, puedes escribirme sin compromiso a [email protected]