Un paraje espectacular
Un Puerto donde es frecuente toparse con la nieve
Imagina que tienes muchas ganas de pasar un día inolvidable sobre tu bicicleta subiendo y bajando puertos en el corazón de Cantabria…y que además siempre quieres una subida más, otro poquito de dureza. Entonces no te lo pienses y cuando acabes el descenso de Carmona en la Macha del Soplao, gira a la derecha y afronta la ultrafondo, que, con más de 300 kilómetros de recorrido, acaba con sendas subidas a las dos vertientes de Palombera.
Lo primero que te encuentras son diez kilómetros en ligero ascenso donde debes intentar no gastar nada de fuerzas. Y es que Palombera es un puerto muy exigente, de casi 22 kilómetros de subida al cinco por ciento, donde la recuperación es fundamental, y onde todo el duro recorrido anterior de la marcha se te puede echar encima.
Así, a la salida de Fresneda empiezas a subir Palombera, con un primer tramo revirado de tres kilómetros por encima del seis por ciento que ya te hará mucho daño en las piernas. Precisamente es a la salida de una pequeña herradura en este tramo donde encontrarás una rampa del diez por ciento que será la más dura de un puerto que, aunque tendido, acaba por agotar por sus pendientes.
Superado este primer escollo llega un kilómetro de fuerte bajada y otros tres en los que subida, bajada y falsos llanos se van alternando. La tentación aquí es poner el plato grande y tirar con todo hasta donde se aguanta. No caigas en ella, porque aun te quedarán para coronar casi 15 kilómetros por encima del 5 por ciento cuando acabes este tramo, y, sobre todo, sin ningún descanso en ellos.
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La subida después se introduce en uno de los bosques autóctonos más representativos de Cantabria, y va remontando el terreno de forma bastante rectilínea, con apenas tres curvas de herradura. Quizás puede hacerse algo monótona a ratos, pero el verdor del terreno, junto con lo agradable de las sombras, hace que nunca caigas en sensación de tedio. Eso sí, si el día sale malo y con niebla prepárate para una prueba psicológicamente durísima en la que te dará la impresión de estar pedaleando siempre en el mismo kilómetro.
Cuando faltan cinco kilómetros para la cima el puerto se abre y nos deja una perspectiva majestuosa, rodeados de montañas de más de dos mil metros de altitud y viendo largos tramos de la carretera. También se endurecerá la subida durante casi cuatro kilómetros, hasta el llamado collado de Ozcaba, donde nos sorprenderá la presencia de algunas cabañas de ganaderos en lugares tan recónditos como duros en lo climático. De allí para la cima se suaviza un poco la pendiente, y coronaremos Palombera tras 22 kilómetros de subida.
La bajada es revirada, pero se ve favorecida de la fantástica carretera por la que transcurre, que nos acompaña en todo el recorrido. Apenas seis kilómetros al seis por ciento lo convierten en una tachuela a tener en cuenta…sobre todo si piensas que justo en su base debes dar la vuelta y volver a subir…