Un siniestro mercenario llega a la ciudad de Tarsen, donde le ofrecen un trabajo como guardaespaldas. Su cometido será proteger a una joven muchacha. Un anónimo y sádico criminal ha anunciado su asesinato antes de la luna llena. Pero lo que comienza como un trabajo más, se convierto pronto en un peligroso juego de pistas donde magia, asesinos y engaños toman protagonismo.
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Este libro llegó a mí como regalo de una amiga. No sabía de la existencia de Roberto Trascasas pero la verdad es que el título y la sinopsis llamaron mi atención.
Durante las primeras páginas no he podido evitar acordarme un montón de Mundodisco, ya que aparecen varios gremios, el de asesinos entre ellos. Pero el estilo y los personajes no tienen nada que ver con los de Pratchett. Kriegard es un poco socarrón y cínico pero ahí se acaban todas las similitudes entre ambos mundos.
La historia en sí me ha gustado bastante. Todo fluye de manera natural, sin relleno y sin estancarse. Para las 181 páginas que tiene está bien desarrollado y sin que parezca precipitado ni que le faltan páginas. Tiene un giro que me ha sorprendido y eso me agradó por el simple hecho de la capacidad para sorprender, algo que escasea últimamente.
Y aunque es una trilogía y hacia el final se abren más historias, la principal de «El reflejo de las sombras» queda cerrada. Eso está bien porque no sé cuándo podré hacerme con el segundo y no soportaría estar mordiéndome las uñas hasta entonces.
Puntuación: 7/10
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Archivado en: opinión Tagged: 2017, El reflejo de las sombras, Las guadañas gemelas de Ilbrath, libros, Roberto Trascasas