Con el pasar de los años, me ha tocado comprender que los hijos son un préstamo de la vida, para enseñarte amar con toda tu alma, y aún así tener la capacidad de dejarlos ir cuando llega el momento.
Ser padres no es fácil, es una de las pruebas más difíciles de la vida, ya que tienes sobre tus hombros una gran responsabilidad, la de hacer de ellos o ellas, personas buenas, con buenos valores, respetuosos, responsables, atentos, fuertes, sinceros, firmes. Acompañarlos en sus dolores y sus alegrías, apoyarlos en sus sueños, aunque esos sueños, no sean los que tú imaginabas para él o para ella.
*Es saber que nuestros hijos no vinieron a este plano para vivir nuestros deseos frustrados. (Ellos tendrán su propia vida)
*Nuestros hijos tendrán sus propias experiencias, unas buenas otras no tanto.
*Aprenderemos nosotros más de ellos que ellos de nosotros.
*Se puede llegar a ser un gran equipo, ya que hoy en día, en vez de juzgar o criticar, debemos guiar, tratar de que ellos se encaminen, logren prepararse. Son otros tiempos, más convulsionados, nosotros somos los que debemos adelantarnos para activarnos en esta nueva era.
*No importa el tiempo que tengamos que invertir, ese tiempo será recompensado.
*Es esperar una cosa, y de pronto sale otra, mayormente superan tus expectativas.
*Es vivir la felicidad cada día, viendo su sonrisa, escuchando sus anécdotas.
*Es válido sentir miedo, angustias, pero sobre todas las cosas debe prevalecer la fe.
No olvidemos que esto es aplicable para padres. Los hijos tendrán sus propias experiencias, serán protagonistas de sus propias historias, nuestro deber estar allí, para lo que sea necesario, aún sabiendo que con el pasar de los años, sólo nos quedará dar sugerencias y ellos tendrán la última palabra.
*. Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
Cada persona es relativamente independiente y tiene que ser consciente de ello y valerse por sí misma.
Un hijo es capaz de cambiar tu mundo para un universo lleno de miles de aventuras.
Con cada parto, nace una madre, esa que tiene muchas preguntas, mas de la nada vamos desarrollando esa capacidad de amor incondicional.
Bendecida todas las mujeres que han tenido la oportunidad de vivir esta maravillosa experiencia, la cual con el pasar de los años exige más cada día.
Pienso que para formar hijos (as) con buena autoestima: Debemos darle mucho amor, respetarlos, hablarles con claridad y sin tabúes, ayudarlos a superar sus temores, por nada del mundo contagiarlo con los nuestros, nosotros tenemos nuestros propios fantasmas y debemos enfrentarlos para poder ser libres.
En fin, viviré eternamente ENAMORADA de cada uno de mis hijos, ellos son mi mundo mágico.
*Un hijo es un ser que llega al mundo para darnos un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos.»
Atte: Yavg