Comienza hoy el macrojuicio de los "Eres falsos", que no es otra cosa que el juicio a una forma de gobernar Andalucía, que tiene décadas de vigencia. Es muy importante para la democracia española porque sienta en el banquillo de los acusados a un "régimen" que se ha convertido en un modelo mundial en el antidemocrático vicio del "clientelismo" y que, para asegurar sus victorias en las urnas, ha despilfarrado miles de millones de euros, hasta lograr que casi la mitad de la economía de la región dependa de la Junta y que millones de personas reciban tantas ayudas, subvenciones, puestos de trabajo y privilegios varios que se sienten "agradecidas" y votan socialismo. El "clientelismo" no es un delito, pero si es la ruta que ha asegurado, una y otra vez, la victoria en las urnas del gobierno socialista andaluz. El problema es que para mantener ese clientelismo activo se han cometido, presuntamente, gravísimas irregularidades, desde la mentira a la arbitrariedad reiterada, el robo y la estafa. Todo eso se juzga a partir de hoy, con los ex presidentes Chaves y Griñán como cabezas destacadas de un grupo de implicados en el que figuran una veintena de altos cargos, incluyendo a ex ministros y consejeros socialistas. ---
Además de las personas acusadas, hoy comienza lo que será el juicio del "régimen" andaluz y de una forma de gobernar que tiene poco que ver con la democracia, cuyo objetivo es "ganar" y conservar el poder, que antepone los propios intereses del partido al bien común, que es invasiva e intervencionista, cobradora de impuestos desproporcionados e injustos como el de Sucesiones y Donaciones, bautizado por el pueblo como "Impuesto a los muertos", que alejan la riqueza y que ha mantenido a Andalucía, después de cuatro décadas de dominio socialista, en la cola de España y Europa en atraso, desempleo, baja calidad de la educación y otras muchas lacras.
Andalucía, además de ser una región atrasada y con demasiado desempleados y pobres, es también la región española donde se cobran más impuestos, con el sistema educativo más deficiente y la más intervencionista, con un "Estado", representado por la Junta, tan denso e imbricado en la sociedad que para encontrar otro similar habría que retroceder hasta los tiempos de Breznev o Andropov y compararlo con una de las ya desaparecidas repúblicas soviéticas.
La Junta lo domina todo y ha sabido tejer una densa red clientelar, autentica tela de araña, que domina la sociedad, limita la libertad de empresa, mediatiza el libre mercado, cobra impuestos a mansalva, mantiene un ejército de paniaguados, sometidos y amigos del poder y constriñe de tal manera el desarrollo que la región se mantiene, casi de manera endémica, en la cola de España y de Europa, a pesar de haber recibido de Europa miles de millones para salir del subdesarrollo.
Los "Eres falsos" fueron mecanismos clientelares que prestaban ayudas a las empresas en crisis para que se deshicieran de personal sobrante y para que los que eran expulsados tuvieran aseguradas pensiones. El mecanismo, extraño y proteccionista, podría ser hasta admisible en esta España poco escrupulosa con l igualdad, las libertades y la libre competencia, pero lo que no es admisible y es considerado delito es haber aprovechado el mecanismo de los ERES para utilizar el dinero público en beneficiar a amigos del poder, ex altos cargos y una multitud de socialistas y familiares, que, sin merecerlo, veían su retiro y su vejez garantizadas por una lluvia de dinero procedente de los onerosos impuestos ciudadanos.
La cantidad malversada o empleada de manera sucia se calcula en unos 800 millones de euros, pero hay quien la reduce a menos de la mitad y quien la duplica.
Lo grave de los EREs es que son la punta del iceberg de la corrupción andaluza, que abarca, presuntamente, otros muchos capítulos y ámbitos, desde contratos públicos amañados hasta subvenciones arbitrarias, oposiciones trucadas, exenciones de impuestos camufladas a amigos del poder, promociones sospechosas que benefician a amigos del poder, colocaciones a dedo, ayudas interesadas, compra de voluntades, dominio de instituciones y empresas con dinero público y un larguísimo etcétera que refleja una forma de gobernar que, aunque reñida con la democracia y la decencia, constituye un modelo de eficacia a la hora de mantener el poder en las manos de un partido, el socialista de Andalucía, que lleva ya gobernando, de manera ininterrumpida, mas tiempo del que Franco estuvo al frente de España.
Francisco Rubiales