Casi cuatro años sin asomarme a través de esta ventana cibernética al mundo digital que nos rodea. Tiempo prolongado, durante el que sucedió de todo, casi siempre malo, desde una pandemia a una guerra más reciente, prueba del nueve de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Las circunstancias han cambiado, y la frecuencia de contacto con este mundo exterior ha de verse significativamente reducida, pero no a semanas o meses, ni años, como sucedió esta vez. Me llevará tiempo «limpiar» los entresijos del espacio e incluso valorar un nuevo aspecto, más moderno. Intentaré aprender lo necesario para hacerlo. La edad no habrá de ser impedimento o cortapisa para la voluntad de ampliar los conocimientos en cualquier ámbito.
La imagen, la de una guerra absurda, como todas, no es una bonita forma de empezar de nuevo, pero resulta un fiel reflejo de la triste realidad que nos rodea actualmente, además de la pandemia, el cambio climático o las hambrunas. Que este 2023 sea mejor para todos.