Hace ya unos cuantos años hubo una serie que me volvía loca, sobre todo porque... ¡era de superhéroes! Sí, antes de Oliver Queen, Barry Allen y los chicos de Shield, hubo una serie de gente con poderes que molaba cantidad: Heroes.
Heroes contaba la historia de varios personajes, que estaban diseminados por todo el planeta (la gran mayoría en Estados Unidos, cómo no) y que tenían poderes. Un japonés que viajaba a través del tiempo y del espacio, un hombre volador, una animadora que se curaba sola y muchos más. ¿Era perfecta? Pues no, para qué mentir, siempre había partes que era un auténtico coñazo: cada vez que Ali Larter salía, con cualquiera de sus personajes, era para echarse a dormir, al igual que Isaac y su novia.
El reparto original de Heroes.
Pero, bueno, en general molaba un montón y medio mundo estaba enganchado a ese mantra tan mítico que fue “save the cheerleader, save the world”. ¿El problema? Pues a su creador, Tim Kring (que tiene en su curriculum la maravillosa Crossing Jordan), el tema se le fue de las manos y pasó de una primera temporada maravillosa a una segunda muy floja (que, encima, se vio afectada por la famosa huelga de guionistas) y a una tercera que, directamente, era una puta mierda. Yo no soy de dejar series (hola, The vampire diaries), pero pasé de Heroes en su tercera temporada y me quedé tan pancha.
Por eso, cuando se anunció que la iban a resucitar para una miniserie (con posibilidades de renovar por una segunda temporada), pasé del tema... hasta que se anunció que Jack Coleman, es decir, mi adorado Gafas de pasta era el protagonista y que iba a salir Zachary Levi. Ahí ya estaba un poco jodida porque yo a Zachary Levi le amo con la fuerza de mil mares desde Chuck (en serio, ved Chuck porque es una serie cojonuda) y, claro, me llamaba la atención verlo de nuevo en la tele.
Total, que me puse a ver el episodio piloto de Heroes Reborn sin esperar nada (bueno, salvo disfrutar de lo sumamente guapo que es Zachary) y va y ese doble episodio me mola, al igual que el tercero que se emitió la semana pasada.
El reparto actual de Heroes Reborn.
La verdad es que no sé si alguien que va completamente a ciegas se enterará de algo, aunque creo que sí, porque básicamente Heroes Reborn parte de cero. Sin embargo, sí que es cierto que tiran de algunos elementos conocidos. El protagonista, Noah Bennet, tuvo uno de los recorridos más interesantes de Heroes y la hija de la que se habla aquí era una de los personajes más carismáticos de la serie madre. También se mencionan a otros personajes míticos como Mohinder o Hiro, pero, vamos, creo que se puede entender todo bastante bien. De hecho, yo no tengo vistas la tercera y la cuarta temporadas de la serie original y me entero de todo sin problemas.
Heroes Reborn nos traslada a un mundo que vive las consecuencias de un atentado terrorista, supuestamente llevado a cabo por evos (la abreviatura de evolucionados, es decir, la gente con poderes), por lo que éstos tienen que esconderse para sobrevivir, lo que cada día es más difícil, ya que no sólo hay cazadores, sino que una corporación parece interesada en encontrar a Molly Walker (Francesca Eastwood) cuyo poder es encontrar a personas sólo con pensar en ellas.
En medio de esta situación, Noah intenta llevar una vida normal y superar la muerte de su hija Claire, que falleció en el atentado de Odessa. Sin embargo, Quentin Frady (Henry Zebrowski) acude a él por su pasado relacionado con los evos, lo que provoca que Noah se ponga a investigar y descubra que pidió que le borraran la memoria y que estaba tan decidido a no recordar que hasta le había pedido al responsable que le matase en caso de querer recuperar sus recuerdos. Dispuesto a saber por qué deseó eso y qué ocurrió realmente en Odessa (porque, al igual que Frady, sospecha que la versión oficial es una mentira), empieza a investigar y a buscar a Molly para que le ayude.
Por otro lado, Tommy (Robbie Kay) es un adolescente que puede hacer desaparecer cosas con solo tocarlas, intenta llevar una vida normal, aunque su condición de evo se lo pone muy difícil, sobre todo cuando los Collins irrumpen en su vida. Los Collins, Luke (Zachary Levi) y Joanne (Judith Shekoni), son un matrimonio que, tras perder a su hijo en Odessa, deciden exterminar a todos los evos.
Además, en Japón tenemos a Miko Otomo (Kiki Sukezane), cuyo padre ha desaparecido y la clave para encontrarlo parece estar en un videojuego en el que es capaz de entrar gracias a una katana, que su padre le dejó antes de desaparecer. En Los Angeles, está Carlos Gutierrez (Ryan Guzman), un antiguo soldado que, aunque no tiene poderes, se plantea el convertirse en un justiciero para ayudar a la gente.
Son muchos personajes, lo sé, pero una vez empiezas con la serie enseguida te aclaras de quién es cada uno. Además, al igual que ocurría en la serie madre, sus caminos se van cruzando a medida que sus historias avanzan. Eso sí, a diferencia de lo que ocurría en ésta, todos son interesantes, a pesar de que algunos parezcan más alejados como la parte de Miko y la de Carlos. Es todo un alivio ver que los guionistas han sido capaces de darnos una serie de personajes tan bien escritos, ya que una de las grandes debilidades de Heroes fue que nunca supieron añadir nuevos personajes. Intentaban continuamente el integrar personajes nuevos, pero siempre eran aburridos y ahostiables a más no poder.
De hecho, estoy particularmente fascinada por Luke Collins y no, no es porque sea el personaje de Zachary Levi, al cual ya he dejado claro cuanto amo. Lo que pasa es que es el único que no es claro. Vamos a ver, que me explique: Tommy tiene un papel muy claro, es un buen chico al cual persiguen, vale. Joanne también deja claro que es una cazadora de evos un tanto enloquecida y que disfruta con matarlos, pero en el caso de su marido es diferente. No parece disfrutar, de hecho intenta que no vayan a por Tommy y da la sensación de que se calla mil cosas o, al menos, a mí me parece que no está tan convencido de lo que hacen. Y luego, para complicarlo aún más, ocurre el pedazo de giro del tercer episodio, Under the mask y ya lo flipas del todo.
Vamos, que al ser el único que no tiene un rol definido, me parece el personaje impredecible y eso me mola mucho. Encima, también me alucina lo sumamente genial que está Zachary Levi, aunque en parte sea un poco traumático verlo tan alejado de su Chuck Bartowski.
Por lo demás, también me gusta mucho que sea un arco cerrado y que nos presenten una historia ya pensada. Otro de los problemas de la serie original fue como se les iba la pinza y como liaban la trama principal, la cual encima se les iba de las manos, en parte porque varios personajes estaban tan petados de poder (Peter Petrelli y Hiro, por ejemplo) que debía de ser difícil manejarlos. En este caso, tenemos un misterio muy interesante y que, encima, provoca que todos los evos vivan en tensión constante, una situación que está muy conseguida. En cierta manera, me recuerda a Días del futuro pasado, ese futuro apocalíptico de los cómics de la Patrulla-X, donde los Centinelas cazaban y mataban a los mutantes. Así es fácil meterse en la historia, sobre todo porque los héroes que la protagonizan interesan.
Es decir, que contra todo pronóstico Heroes Reborn está siendo una grata sorpresa. Es uno de los estrenos de este año que he decidido seguir semana a semana y también lo espero. De hecho, me muero por ver el cuarto episodio tras el final que se cascaron en el tercero.